En la actualidad ya no hace falta viajar hasta San Francisco, Londres o Tel Aviv para convertir tu startup en un éxito. La creatividad española aspira a convertirse en un referente y va tejiendo un hábitat que acoja e impulse ideas novedosas. Nacen nuevos fondos de capital riesgo que ya cubren rondas de financiación medias por encima de los cinco millones, Google elije España para abrir uno de sus primeros Campus europeos, y organizaciones privadas y empresariales consolidan un mapa de aceleradoras que dé cobertura a una nueva generación de empresarios.
Proyectos como Wayra y Lanzadera impulsados por Grupo Telefónica y el empresario Juan Roig, fundador de Mercadona, pueden competir ya con las aceleradoras de empresas más sofisticadas del mundo. Pero, además, hay un grupo de empresarios TIC que se ha empeñado en demostrar que el camino al emprendimiento no tiene porque vivirse en soledad. Organizaciones como Top Seed Lab y SeedRocket son ejemplo de este esfuerzo por transmitir conocimiento y experiencia a las nuevas generaciones, y cada vez hay más.
“Hoy es un buen momento para emprender”, explica Andrés Saborido, responsable de Wayra España: “Todo lo que en este país está pasando en los últimos años habla de la capacidad de los emprendedores para montar su producto mínimo viable y enseñarlo a sus clientes, de la oportunidad que tienen de llegar a los inversores y a aceleradoras como Wayra, donde demostrar su capacidad de ejecución en busca de apoyos”.
Cómo funcionan
La realidad de las aceleradoras es diversa, su operativa se va adaptando en función de la experiencia, aunque hay unas pautas comunes con las que conviene familiarizarse.
La convocatoria. Para ser seleccionado deberás pasar este primer y exigente filtro. Una vez al año, dos, tres… Cada una tiene sus plazos, por lo que hay que estar atento a su web y redes sociales. Sin embargo, son cada vez más las que mantienen una permanente monitorización del mercado para detectar oportunidades. Así, los emprendedores tienen la posibilidad de llamar su atención de modo menos ortodoxo, para lo que deben ser capaces de sortear los cortafuegos de que se rodean, echarle imaginación y una buena dosis de arrojo.
A cada convocatoria acuden cientos de empresas, hay que dedicar tiempo a contestar el formulario y a preparar la documentación adicional y vídeos. De entre todos los candidatos se selecciona a los finalistas, con los que se mantiene entrevistas telefónicas y personales.
¿Qué hay que tener para ser el elegido? Javier Jiménez, director general de Lanzadera, responde: “Demostrar que desafías los convencionalismos, que tienes capacidad de esfuerzo y te has rodeado de un equipo capaz de dar soluciones donde otros ven problemas creando un modelo empresarial que cubre necesidades reales, es escalable y genera riqueza y empleo”.
El programa y los mentores. Es difícil establecer una norma, pero su duración suele ser de tres a once meses. Lo habitual es que se estructure en una primera fase de análisis de situación del proyecto, en la que se identifican las necesidades, áreas a reforzar y diseño definitivo del formato de negocio. En segundo lugar se trabaja en su perfeccionamiento, prestando especial atención a las áreas estratégicas y siempre a la comercialización. Todo este proceso se hace acompañado de los mentores y expertos que colaboran en la aceleradora, de su experiencia e implicación, va a depender en buena medida los resultados.
Día del Inversor. También conocido como demo day, marca el momento de la verdad: enfrentarse al mercado de inversores. Durante todo el proceso, los empresarios en ciernes son entrenados para demostrar de forma atractiva, convincente y con un lenguaje adecuado que la suya es una oportunidad única.
Una opción más: ¿Tu proyecto lo necesita?
La primera recomendación nos llega de Marc Chicharro, cofundador de LandMeFar, un outlet de viajes para jóvenes de hasta 30 años especializado en la venta de billetes de avión a bajo precio: “Tener una startup no implica pasar por una aceleradora, hay muchos que lo piensan así, pero yo creo que no es necesario. Si tienes una necesidad concreta la puedes solucionar contactando con un tutor o consultor. Y si necesitas dinero puedes valorar dar entrada a microinversores. Por eso lo primero es saber qué necesita tu proyecto, tener claro qué objetivos quieres cubrir y dónde te pueden ayudar mejor”.
Observaciones que tuvo muy en cuenta antes de dirigirse a Top Seed Lab, una aceleradora especializada en turismo. “Lo más importante ha sido introducirnos en el ecosistema emprendedor. No tenemos un producto propio sino que dependemos de la oferta de las aerolíneas y era importante buscar contactos desde el punto de vista legal e institucional. Además, aunque teníamos el negocio muy establecido, su apoyo ha limado deficiencias”.
Nadie regala nada: negocia
La segunda recomendación tiene que ver mucho con la actitud con la que acercarse a las aceleradoras. “Ahora hay muchas en España, hay que ver qué es lo que ofrecen y valorarlo en función de lo que te piden”, explica Marc Antoni Macià, fundador de NoviCap, una solución de fintech especializada en descuentos en facturas y pagarés que ganó el primer premio en la convocatoria de la española SeedRocket y también participa en un programa en Londres auspiciado por Barclays Accelerator: “Cuando se empieza es habitual que necesites cosas, pero si tu proyecto es bueno debes aprender a negociar para establecer condiciones justas para ambas partes. Es una cuestión de mentalidad, no puedes pensar que te están haciendo un favor, si están hablando contigo es porque tienes algo que ofrecer”.
Macià pone el dedo en uno de los puntos que más inquieta. Con el boom de la startup en España se están estableciendo algunas prácticas discutibles. Organizaciones o particulares que ofrecen su mentorización a cambio de parte del accionariado y sin compromiso de inversión. Frente a estas propuestas las actitudes son muy diversas, algunos consideran que nunca se deben aceptar, otros, que depende. Es el caso de Mercedes Iborra, cofundadora de Visual junto a su hermana Lucía, una exitosa herramienta de big data para la gestión y ahorro en la agricultura: “Aquí arriesga todo el mundo y nunca es una obligación aceptar. Lo importante es conocer en qué condiciones se establece el acuerdo, si piensas que va a aportar, ¿por qué no aceptar? y si crees que quiere aprovecharse, busca otra alternativa”.
La clave: qué objetivo tienes
Para Iborra, lo que siempre hay que tener muy claro son las necesidades que tienes y qué puede aportar la aceleradora elegida: “En nuestro caso, teníamos el proyecto muy desarrollado e incluso vendíamos a varios mercados extranjeros, pero necesitábamos entrar en contacto con los inversores y aprender a dirigirnos a ellos. Por eso elegimos Wayra, además de validarnos el modelo de negocio nos abría las puertas a esta comunidad aprendiendo a comunicarnos con ellos, a sintetizar y a hablar de las métricas importantes”.
Lo más importante: el equipo
“La idea es básica, pero no tanto. Si nos presentan una startup normalita pero valoramos que el equipo de ejecución es bueno, sabemos que se puede construir un negocio de éxito”. La afirmación es de Pascual Parada, director de Operaciones de Top Seed Lab, que coincide con la de todos los gestores de aceleradoras: “La idea pesa el 5%; las personas, el 95%”.
Entonces ¿cómo demostrar tu capacidad de ejecución? La respuesta es evidente, con ventas. “A nosotros nos llegan cada vez empresas más maduras, con ambición y visión en el largo plazo.”, explica Parada. Por su parte Saborido, desde Wayra, asegura analizar la actividad del equipo en el último mes: “Conocer qué han hecho y que han logrado en las pasadas semanas es un indicativo de su capacidad de ejecución e ilusión”.
Para Kasia Adamowicz, directora de Seed Rocket, resulta imposible identificar qué factores determinan que se apueste por uno u otro proyecto: “El equipo es importante pero quizá más por su experiencia que por su formación. También es básico que las capacidades de los miembros se complementen; en ocasiones se apuesta por negocios más avanzados y en otros por el potencial de una idea… Es difícil saber cuál es la clave del éxito pero creemos que tiene que ver con las habilidades personales”.
Elige el momento adecuado
Otro factor para que el paso por un proceso de aceleración sea efectivo es la elección del momento. Todas las fuentes que participan en el reportaje coinciden en señalarlo así, aunque “cada proyecto tiene sus ciclos”, justifican. En muchas ocasiones la consolidación depende de la habilidad para ganar usuarios en meses, ya que el valor que se aporta en este mercado en términos de innovación tiene el tiempo contando
Llegar antes de que el formato de negocio esté bien diseñado, se cubran los puestos estratégicos y se haya testeado el producto en el mercado, al menos en fase beta, tampoco parece apropiado. Sólo cuando se tienen las ideas claras se obtendrá un verdadero valor. “Vas a recibir mucho. En Lanzadera nos hemos formado, trabajamos en unas oficinas fantásticas y hemos recibido capital”, explica Mikel Díaz de Otazu, fundador de Mybrana, red social de realidad aumentada con más de 200.000 usuarios.
Las ideas más buscadas
Si algo caracteriza a las aceleradoras es su capacidad de escucha para detectar propuestas novedosas, pero nunca está de más saber qué actividades despiertan más su apetito:
Aplicaciones big data
Internet de las cosas
Soluciones móviles
Fintech
e-Salud
Portales verticales
Soluciones SAS
Seguridad en Internet
Aprendizaje de máquinas (inteligencia artificial)
Wearables