El 30 de julio acaba el plazo para ponerte al día con el Impuesto de Sociedades. Un trámite en el que la mitad de las empresas comete algún error y no tiene en cuenta que “además de su finalidad recaudatoria, el modelo 200 es una valiosa fuente de información para que Hacienda pueda contrastar datos o que las entidades financieras puedan evaluar la solvencia de la empresa que le solicita un crédito”, señala Fernando Ruiz-Beato, socio de RB Ruiz Beato Abogados.
Según este abogado, hay tres razones interesantes para presentar el Impuesto de Sociedades y tres errores que no se deben cometer:
Tres ventajas
Evitar inspecciones. Y no olvides además de la multa, una inspección implica recargos e intereses además del coste laboral que supone, ya que los responsables del área legal, administrativa y financiera tendrán que invertir su tiempo en atender las exigencias de la Agencia Tributaria.
Acceso a financiación. El modelo 200 es una fuente de información para Hacienda, pero también un fichero al que recurren las entidades financieras y los proveedores. No lo olvides, porque si declaras pérdidas, puedes estarte cerrando las puertas a la hora de conseguir un crédito. Además, si quisieras vender la empresa, unas cuentas con bajos beneficios puede rebajar también el precio que estén dispuestos a pagar los potenciales compradores.
Una buena imagen de la empresa. Estar al día con el Impuesto de Sociedades y presentar unas cuentas saneadas potencia la buena imagen de tu empresa. Por el contrario, idear complejas estructuras legales para reducir los impuestos a pagar afecta y debilita la imagen de la compañía.
Tres errores
No presentar las cuentas. Por olvido, por desconocimiento, por dejarlo para el último día, por inactividad de la empresa… Muchas empresas no dan importancia a esta obligación formal, a pesar de que no depositar los documentos de las cuentas anuales dentro del plazo establecido implica multas de hasta los 300.000 euros cuando la sociedad tenga un volumen de facturación anual superior a 6 millones de euros.
Usar plantillas. Es habitual tirar de plantillas que pueden servir en muchos casos, pero que no contemplan las peculiaridades de cada empresa. Conviene recordarlo y analizar bien si te conviene su uso, ya que dentro de su contenido no vas a encontrar anotaciones, salvedades o términos necesarios, obligatorios o recomendables según las circunstancias de cada empresa. Una buena memoria en tiempo de dificultades puede ser un elemento diferenciador.
No actualizar los datos del órgano de administración. No olvides que tener los datos del órgano de administración actualizados es fundamental para que no te devuelvan las cuentas. Para las empresas obligadas a presentar el informe de auditoría junto a las cuentas anuales la no inclusión puede implicar también la devolución de la hoja registral.