La empresa de David Tomás, CEO de Cyberclick, se alzó el año pasado con el galardón Best Place to Work en España, en un certamen en el que participaron más de 40 países. Se concede éste según las opiniones anónimas de sus empleados y el análisis de sus prácticas en cuestiones como la contratación, despidos, comunicación interna y externa o solución de conflictos. Posteriormente, ya en 2015, David Tomás fue reconocido como embajador de Great Place To Work en nuestro país.
Y en su papel de emisario se ha animado a publicar un libro, “La empresa más feliz del mundo” (Empresa Activa), donde, estructurado como relato de ficción, recoge las 11 claves que, a su entender, debería asumir una organización empresarial capaz de trastocar el calendario y convertir los lunes en viernes. Él mismo nos cuenta cómo hay que hacerlo.
1.-Pararse a analizar qué se puede hacer. No todo es cuestión de dinero, que también es importante, pero hay personas que se sienten desgraciadas en el trabajo aún cobrando 6.000€. Hay otras cosas, como la conciliación con la vida familiar o la flexibilidad de horarios, que los empleados lo agradecen más. Nosotros no controlamos los horarios ni las vacaciones, son los mismos equipos los que se organizan.
2.- Personas con energía. Hay quien dice que el principal patrimonio de una empresa son sus empleados pero yo pienso que es más importante la energía con la que llegan a trabajar. Nosotros propiciamos el emprendimiento de los trabajadores y esto es algo que les ayuda a sentirse cómodos, bien. El 99% de las personas es responsable y si los estimulas no sólo hacen lo que deben sino más.
3.- Hacer las cosas sencillas. El exceso de protocolo ralentiza los procesos. En Cyberclick prescindimos de las partes nobles y de los despachos. Para nosotros el bienestar de las personas se antepone a los cargos. Cada día enviamos un email a todos preguntándoles qué tal se encuentran y responden a través de un semáforo. Medimos así su grado de bienestar. Si hay algún rojo nos interesamos por saber qué les preocupa.
4.-Que cada uno haga lo que más le gusta. Hay demasiadas personas desempeñando puestos de trabajo que no les gustan bien por falta de oportunidades bien por dejarse influir por las orientaciones de otros. Hay que procurar que la gente sea feliz con lo que hace porque esa es la mejor recompensa a un esfuerzo.
5.-Aprender cada día. El trabajador agradece cuando la compañía le aporta conocimiento, cuando le ayudas a crecer como persona. Es ese algo más que trabajo que te llevas a casa.
6.- Te tiene que gustar lo que hace tu empresa. Difícilmente vas a trabajar contento en una empresa de armamento si eres pacifista. La filosofía y manera de ser de los empleados debe estar alineada a la misión de la empresa, a su actividad y a los ámbitos en los que se desenvuelve. Es la mejor manera de cohesionar equipos.
7.- Aprender a decir no. Personalmente no me gustan los pelotas y considero que quienes se rodean de ellos son personas inseguras. Me parece mucho más enriquecedor trabajar con alguien que disienta, siempre y cuando aporte argumentos y lo haga con respeto. Cuando contratamos a alguien en Cyberclick recibe una pequeña formación de comunicación asertiva para que diga lo que considere necesario pero sin hacer daño.
8.-La confianza. La digo en octavo lugar pero es la primordial. De nada sirven las otras si no generas confianza dentro y fuera de la organización. La transparencia económica y la comunicación sin tapujos son fundamentales para conseguirla.
9.-Otro fin más allá del dinero. Puede ser social, medioambiental, docente o de otro tipo pero si consigues que los empleados se identifiquen con una buena causa a la que ellos contribuyen con su trabajo también les resulta gratificante.
10.-Conseguir la alineación de los empleados. Que todos empujen en la misma dirección y compartan tus valores es importante, pero también ellos esperan un reconocimiento. Nosotros hacemos una celebración fuera de la oficina cada vez que alcanzamos uno de los logros propuestos y eso teniendo en cuenta que nos sometemos a un programa de autoaceleración cada tres meses.
11. El círculo virtuoso de la felicidad. Me refiero con esto a que cuando una persona es feliz en su trabajo, donde pasa gran parte de su tiempo, ese estado de ánimo es el mismo con el que llega a casa y eso no solo se agradece sino que también se contagia.
Más allá de las claves
Las claves ya las tenemos y más que revelar fórmulas mágicas rebosan de sentido común. Por eso “de nada sirven si no hay voluntad de cambio ni intención de poner al equipo en el centro”, dice David Tomás, quien reconoce haber sentido miedo al implantarlas ante posibles abusos. “Alguno he tenido, los menos, pero cuando lo he visto le he despedido. También me ha pasado lo contrario, que se fuese un empleado al que yo apreciaba mucho porque tenía otras aspiraciones. En este caso lo único que cabe es felicitarle y alegrarte con él. Pero igualmente me he visto en el caso de empleados que les han ofrecido otros puestos cobrando más y han preferido seguir con nosotros”.
Y además es rentable
Y como en el entorno emprendedor hay otras cuestiones que anteceden a las humanitarias diremos que la facturación de Cyberclik crece al ritmo el 30% interanual y que la plantilla anda ya por los 50 empleados que se distribuyen en pequeñas células de trabajado entre las cinco compañías que integran el grupo. “No hay excusas para no apostar por la felicidad” dice David Tomás como último apunte.