Cerveza Mica ha levantado 325.000 euros en una campaña de crowdfunding en plena crisis.
Antes de lanzar la campaña de equity crowdfunding a través de la plataforma Fellow Funders Juan Cereijo, CEO y fundador de Cerveza Mica, tuvo sus dudas. Tal vez, con el estado de alarma ya decretado, no fuera el mejor momento para pedir dinero. Sin embargo, detectó cierto interés por parte de algunos inversores y se animó a seguir con los planes de lanzar la campaña de crowdfunding el 31 de marzo. Subieron el ticket mínimo de participación inicial de 500 euros a 5.500 con la intención de orientarla solo a los inversores profesionales y en pocos días alcanzaron la suma de 325.000 euros, cerca de 65.000 euros más del objetivo propuesto.
Ahora, Juan Cereijo solo tiene palabras de agradecimiento para la plataforma. “Para nosotros trabajar con Fellow Funders ha sido fundamental, la confianza ha sido plena desde el inicio y esperamos seguir realizando más acciones con ellos en el futuro”, declara.
Los fondos obtenidos los destinará la cervecera a profesionalizar la comercialización a través de un equipo de expertos y a consolidar el proceso de internacionalización, teniendo en cuenta que venden ya en países como China, Rusia, Estados Unidos, Francia, Suiza o Suecia, entre otros.
El nombre de Cerveza Mica deriva del mineral más característico de la sierra de Fuentenebro, el único pueblo con clima de alta montaña en la Ribera del Duero. Aquí es donde cultivan ellos la cebada que utilizan para elaborar sus cervezas artesanas con un sabor muy peculiar. En ello y en el boom de la cerveza artesanal, vio Cereijo oportunidad de negocio y la forma de distinguirse. Y lo ha conseguido, tanto que la marca cuenta ya con varios galardones que la reconocen como la mejor cerveza del mundo y es la única cerveza artesana que dispone en España del certificado IFS en seguridad y calidad alimentaria. Llegar hasta aquí es consecuencia de mucho trabajo previo, pero también fruto de la innovación, algo que les sirvió para conseguir un CDTI con el que crearon la primera cerveza artesana sin alcohol.
Todo lo dicho no quita para que las cuentas de Cerveza Mica no se hayan visto afectadas en más de un 40% a raíz de la crisis del Covid. Con seis años de recorrido y una fábrica con capacidad para elaborar un millón de litros de cerveza artesana al año, la marca se posiciona como producto premium con un reparto de clientes, casi al 50%, entre el canal de la restauración y el de los supermercados. Y aunque el consumo cervecero ha aumentado con la crisis, el canal Horeca, que absorbe el 90% del consumo de la cerveza artesana, se ha resentido de forma notable. Decir también que Cerveza Mica dispone de venta online para el cliente final, pero que su porcentaje es menor en las cuentas de la compañía dado que, como estrategia empresarial, ellos, más que a volumen, van a calidad.
Viviendo el presente
Salvar la situación y mantener el ritmo de crecimiento en la medida de lo posible es lo que animó a Cereijo a seguir con la campaña de crowdfundig y a pedir un crédito ICO que ya ha recibido. Con este dinero se propone ampliar la plantilla, actualmente con siete personas, y potenciar el área comercial y de marketing. También han incentivado la venta online en un intento de trasladar la experiencia física del usuario al entorno digital a la vez que apoyan al negocio local. Ello lo han conseguido a través de la venta online de packs de maridaje en los que, junto a alguna de sus cervezas, proponen el consumo de productos como la crema de morcilla o el queso de oveja churra de la tierra.
Pero Juan Cereijo tiene más ideas para poner en práctica una vez finalice el estado de alarma y tengamos que seguir respetando el distanciamiento. “La ventaja que tenemos los pequeños es que somos más flexibles y más ágiles para adaptarnos a las circunstancias. Podemos hacer eventos en espacios abiertos con menos gente o procurar nuevas experiencias en el canal online pensando siempre en los consumidores de ahora, no en los de antes. Cualquier cosa, menos quedarte esperando a que las cosas vuelvan a ser como antes de la crisis. Hay que ser realista”, declara.