Aunque existen datos que apuntan a una progresiva recesión del crédito bancario a la financiación de empresas, la impresión que tienen los inversores y emprendedores es muy distinta.
El pasado 2 de octubre, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) emitía un comunicado advirtiendo de un menor acceso a la financiación bancaria corporativa. La subida del tipo de interés medio de los nuevos créditos para las pequeñas y medianas empresas ha pasado del 1,62% al 4,45% en un año. Esto, a juicio de la organización, es una de las principales causas del endurecimiento del crédito.
Por su parte, el Banco Central Europeo justifica las subidas de los tipos con la lucha contra la inflación y su deseo de mantener la estabilidad de precios en la zona euro, aunque con resultados cuestionables dado que la concesión de créditos a las empresas no para de frenarse.
Según datos del Banco de España relativos al pasado mes de agosto, los préstamos a las compañías no financieras alcanzaron 19.521 millones de euros, es decir, cerca de 12.000 millones menos que un mes antes.
Hasta aquí los datos, aunque no coinciden con la percepción que tienen ninguna de las fuentes consultadas para este artículo, al menos en el entorno emprendedor.
Falta de liquidez no hay
A todos les parece más cuestión de cautela que de falta de liquidez bancaria. El mismo gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, afirmaba hace unos días “estar muy por encima de los mínimos regulatorios exigidos”. Así que dinero, hay.
Fernando de Arteaga, máximo responsable del Banco de España en la parte occidental de Andalucía, asocia la situación actual de la financiación bancaria con el riesgo de crédito. “Para los que trabajamos en banca este es un tema principal puesto que supone la probabilidad de que, llegado el vencimiento de la operación, la contrapartida no cumpla. Así de sencillo y así de complejo”, declaraba en un evento reciente con emprendedores.
En la misma línea, María Agustina Ramírez, responsable de estrategia, marketing y producto de BBVA Spark, sostiene que, “obviamente, están subiendo los intereses y conseguir dinero es cada vez más caro, algo que obliga a los bancos a recalcular el riesgo, pero la banca no tiene un problema de liquidez”.
Déficit de comunicación
“Yo diferenciaría entre las pymes y el mundo startup”, dice Ángel Hernández, director de inversiones en Alter Capital. Cierto que, hasta ahora, la banca tradicional ha aplicado sin distinciones los mismos parámetros de riesgo a todas las empresas. Todavía recuerda el CEO de Galgus, José González, el día que se acercó al banco a pedir su primer crédito para arrancar el proyecto y le preguntaron si la oficina era de su propiedad.
Como señala Ramírez, “si analizamos la cantidad de financiación que han levantado los emprendedores españoles y cuánto representa tradicionalmente el sector bancario, apenas llega a un 6%”. El mismo desencuentro se ha producido con la pymes escalables, al ver frustrada su ambición de crecimiento porque la banca iba mucho más lenta que ellas.
Sin embargo, las cosas están cambiando. “La sensación que tengo no es que la banca vaya a cortar el grifo, al contrario, creo que lo está abriendo, incluso en etapas más tempranas que antes. Desde hace meses, veo cada vez más dinero bancario en nuestras participadas”, observa el business angel Tom Horsey.
Nuevas herramientas
También la banca reconoce su despiste. “A nosotros nos ha costado un poquito salir al mercado y al mundo de las startups a nivel financiero”, dice Javier Serrano, director de desarrollo de negocio de startups de Santander en España.
Pero, como “a la banca no le gusta ser la primera ni la última”, según Hernández, ahora que el ecosistema está relativamente maduro, las entidades no paran de crear instrumentos nuevos para financiar a los emprendedores. El verdadero negocio lo han encontrado en el venture debt, una fórmula mixta que combina la deuda de toda la vida con un pequeño equity en la propiedad de la compañía. El objetivo es evitar la dilución excesiva, aunque se orienta más a las organizaciones en fases avanzadas de desarrollo que a las startups nacientes.
También en BBVA Spark, la unidad de negocio de dicha entidad específica para los emprendedores, están arbitrando herramientas nuevas en las que no se mira tanto el ebitda como la calidad del equipo fundador, el plan de negocio o la rapidez del crecimiento.
Para no quedarse atrás
Teniendo en cuenta que hay dinero, pero que la banca empieza a regirse por un nuevo barómetro a la hora de definir cuáles son las compañías ‘bancarizables’, estos son algunos puntos que, según las fuentes consultadas, deberían tenerse en cuenta.
No descartes el banco
Dice Alejandro Murillo, CEO de Imotion Analytics, haber ido muchas veces al banco por la sencilla razón de que “el único empeño que tiene el banco es que le devuelvas el dinero prestado con los intereses, mientras que un venture capital o un fondo pueden tener otros intereses muy distintos”.
Empieza avalando con tu patrimonio
Tanto la banca como la inversión privada ve con buenos ojos la involucración del emprendedor en el proyecto y no hay prueba más fehaciente que empezar avalando con el patrimonio personal como garantía de que crees en el negocio y tienes perspectiva de crecimiento.
Incrementa tu runway
“Lo que tienen que hacer los emprendedores en un entorno en el que se vigila más el riesgo es intentar incrementar su runway, medir muy bien la cantidad de meses que puedes sobrevivir con tu caja sin pedir inversión. Esto va de apretarse el cinturón y analizar muy bien los costes”, dice Ramírez.
Prudencia si optas por el venture debt
“Aunque sea una propuesta no dilutiva muy interesante para las startups, hay que ser prudente. Si al final te metes en adquisiciones de deudas tremendas y dentro de un año te vence el periodo de carencia y tienes que empezar a devolverla, tienes que tener clarísimo que el modelo de negocio lo resiste”, advierte Ernest Sánchez, managing partner de Nuclio.
Mejor un mix
Hernández aboga por combinar todas las fuentes de financiación que sean posibles para no apalancar el crecimiento en un solo canal, teniendo siempre claro el balance y los KPIs.