Si quieres dar la nota, hazte con un coche clásico, píntalo de rosa y ten por seguro que según el ‘modelo carita bonita’ no pasarás desapercibido. si además le sumas unas quedadas, bingo. Palabra de carita bonita.
La idea que proponen desde Carita Bonita es perfectamente asequible para cualquier comercio y el impacto está asegurado, sobre todo cuando el establecimiento está en una ciudad pequeña, como Huesca.
“Abrimos la tienda en 2008, el problema era el lugar escogido. Me gustaba mucho el local, su estructura y las posibilidades que ofrecía para mi negocio, pero estaba en un pasaje con poco tránsito comercial. Al principio no había manera de atraer clientes. Empecé haciendo camisetas con un coche pintado con el logotipo, pero no era suficiente así que decidí pedirles a mis padres que me dejasen un Seat 600 que tenían guardado en un garaje y pintarlo todo de rosa chicle con la imagen de Carita Bonita. El resultado fue espectacular. Cada vez que lo aparcábamos en la entrada del pasaje, la tienda se llenaba. Pero es que, además, se formaban auténticas colas para hacerse fotografías junto al coche y las chicas empezaron a colgar la imagen en sus perfiles. Así, poco a poco, me fueron dando imagen de marca y todo ello me ha servido para crear el mundo Carita Bonita. Ahora, en Huesca, cuando alguien ve algo rosa, enseguida lo asocia a mi marca”, cuenta Eva Naval, impulsora de la marca y propietaria de la tienda: “El éxito radicó tanto en los colores escogidos como en la elección del coche, porque a mí me han parado por la calle desde gente de 80 años hasta niños que se piden ese coche para ellos. Incluso nos han contactado desde el Club 600”.
Es muy consciente de la importancia de las redes sociales en la difusión de su imagen y de la necesidad de realizar acciones impactantes para conseguirlo. En esa línea se inscribe otra de sus iniciativas, las quedadas: “reuniones en las que se junta gente con ropa de Carita Bonita y les hacemos fotos”.