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Jesús Soriano: ¿Quiénes son los peores empresarios del sector de la restauración?

Buenos empresarios en el sector de la hostelería hay, pero Jesús Soriano habla, sobre todo, de los malos. Creador de la marca personal soycamarero denuncia con ella a través de ...

02/03/2023  Ana DelgadoGestión

Uno de los videos que se ha hecho viral los últimos días muestra a tres jóvenes que aprovechan el despiste de la camarera mientras les prepara el último cóctel par hacer un ‘simpa’. Clientes que abandonan los bares o restaurantes sin abonar el importe de lo consumido hay unos cuantos, lo que igual no saben es que son muchas veces los mismos camareros quienes asumen el impago con el correspondiente descuento en su nómina o con el dinero del bote.

Cosas como esta son las que denuncia Jesús Soriano en @soycamarero, la marca personal con la que se ha hecho popular en redes y medios de comunicación. Cuenta con 81,3 mil seguidores en twitter, 151.000 en facebook y 368 mil en Instagram.

Raro que a nadie se le hubiese ocurrido antes hablar de esto en las redes, en un país en el que, según algunas fuentes, tocamos a más bares por cabeza que a camas de hospital y donde se supone que tenemos alrededor de1.659.568 personas viviendo del sector de la hostelería. Antes de la Covid eran más, aproximadamente 1.710.000, pero muchos decidieron abandonar el sector o marcharse a trabajar fuera.

“No faltan camareros, faltan buenas condiciones”, dice Jesus Soriano, quien lleva en el oficio de camarero desde los 16 años, “primero por necesidad y ahora, con 35 años, por vocación”. Le gusta, entonces, el sector y su oficio, pero le molesta la mala praxis de algunos empresarios de la hostelería “preocupados solo por ganar dinero a costa de otros”.

Esos otros suelen ser los empleados. Cuenta Soriano que si él creó la cuenta de soycamerero en redes es porque entraba y no veía nada con lo que se identificase, así que se animó a hacerlo él. Quería hacerlo en clave de humor, riéndose de sí mismo y de algunas de las situaciones que, como camarero, le tocan vivir de vez en cuando.

Anécdotas no le faltan. Como el día que unos ultras montaron un rifirrafe en la terraza del bar en el que salieron sillas y mesas volando y cuando estaba él haciendo el inventario del estropicio se dio cuenta de que el dueño del establecimiento había permanecido todo el tiempo escondido en el almacén. Ello sin obviar a aquellos que piensan que, en el precio del café, va incluido el ‘psicólogo’ .

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La voz de los abusos laborales de los camareros

Pero no todo es tan chistoso. Soriano recoge también en las redes situaciones de acoso sexual a los empleados y, sobre todo, precariedad laboral. Hoy se ha convertido en la marca que pone voz a todos los abusos laborales que sufren los camareros. No publica todo lo que le llega, porque que sabe que existe riesgo de engaño y revancha. Así que, antes de dar difusión a un cas se cerciora con datos y pruebas y, si lo ve creíble, publica. 

Jornadas interminables a sueldos irrisorios, horas trabajadas en domingo a precio de martes, incumplimiento de contrato, imposibilidad de compatibilizar la vida personal y familiar con la profesional…son algunas de las lamentaciones más comunes que le llegan a Soriano. Claro que, malos profesionales, también ahí. Muchos que encuentran en el sector un bote salvavidas para conseguir unos ingresos mientras finalizan los estudios o encuentran otro empleo que les satisfaga más. “Pero esto se nota y si, aún así, un hostelero le contrata, por algo será”.

Asegura que no solo recibe felicitaciones de los camareros por el trabajo que hace en las redes, sino también de muchos empresarios hosteleros, “aquellos que respetan y quieren dignificar el sector haciendo las cosas bien”.

Los golpecitos con la moneda en la barra

Pero no solo de los empresarios proceden las quejas. También determinadas actitudes de los clientes desencadenan el enojo de los camareros, desde aquellos que recorren al ‘psss phsss, chaval’, para llamarlos, hasta los que dan golpecitos en la barra con la moneda urgiendo al camarero, “que te entran ganas se saltar la barra”.

Camarero de restaurante, desde que Soriano se ha hecho popular se ha visto obligado a reducir su jornada laboral a la mitad para poder compatibilizar su trabajo de toda la vida con el de ‘influencer’. Ahora participa como ponente en eventos gastronómicos, ha protagonizado anuncios publicitarios, colabora en espacios como el de Infocamareros , de Manrique de Torres Abogados, y hasta al publicado una especie de novela gráfica con el título de ‘Soy camarero. El cliente no siempre tiene la razón’, de la editorial Grijalbo  y que va ya por la sexta edición.

Aprovechar la fama, como hacen otros, para montar su propio local ni entra por ahora en sus planes. Prefiere explorar otros canales y mantenerse como creador de contenidos y colaborador de algunos medios de comunicación contando los chascarrillos que se viven detrás de la barra del bar, eso que los hosteleros pedían convertir en patrimonio nacional en 2020.

Ana Delgado