Para que el cliente perciba que nuestra oferta es mejor que la de la competencia debe percibir que es diferente. Raúl Peralba y Ralph Whitestone, en su libro El principio Kics «Keep it simple, stupid» (Empresa Activa), nos ofrecen estas sugerencias muy sencillas a la hora de buscar ideas que nos diferencien de nuestra competencia:
1. El precio no suele ser una buena idea
El precio solamente diferencia si el cliente entiende la razón y la competencia tiene dificultades para imitarlo.
2. La calidad y la orientación al cliente ya no diferencian
En la actualidad todo el mundo espera que la calidad y la atención al cliente estén incorporadas.
3. Ser el primero sí es una buena idea
Los humanos tendemos a recordar especialmente nuestras primeras experiencias. Por eso, los productos realmente innovadores han terminado siendo los genéricos de su categoría y, salvo errores propios, nadie los desplaza.
4. La creatividad es peligrosa
Hoy la comunicación tiende a ser tan creativa y entretenida que al final no queda mensaje.
5. Crear una categoría es una buena idea
Cuando no se ha sido el primero, es difícil convencer de qué se es mejor. Lo inteligente es crear una novedad (como hizo Bic al lanzar sus productos desechables).
6. Ser un especialista es una buena idea
Concentrarse en un segmento de mercado, en un atributo o en un beneficio para el cliente ofrece ventajas.