Pon un poquito humor, añádele el típico gracejo andaluz y voila… acabas de preparar el ‘plato de guerrilla’ que bodegas mezquita viene sirviendo a sus clientes y que ahora enseñan a otros restaurantes.
Bodegas Mezquita arrancó en 1998 como una tienda gourmet de productos cordobeses. El pequeño comercio tuvo tanto éxito que los clientes les pedían cada vez más que pusiesen tapas en el propio establecimiento y así fue como nació la primera taberna en 2004. Hoy cuentan con tres (dos bajo la denominación Bodegas Mezquita y la tercera como Ziryhab) y la tienda gourmet del origen.
“El marketing de guerrilla siempre ha sido una opción para nosotros porque no tenemos presupuestos grandes y preferimos dar publicidad en el plato y que el cliente se lleve la experiencia de la calidad de servicio. Eso es lo que lleva al boca a boca”, cuenta Baldomero Gas, propietario del grupo. Y en esa calidad de servicio se inscriben muchas de estas acciones que se pueden denominar de guerrilla. La última y más reciente es un coaching para restaurantes, un proyecto en el que Gas está muy ilusionado: “Basándonos en el carácter simpático de Andalucía, hemos creado una acción formativa para los camareros y camareras, con técnicas teatrales que dirige una directora de teatro. Queremos poner en valor ese gracejo tan nuestro y entrenarlo para conseguir que haya un estilo de empresa determinado con el fin de que los clientes se lo pasen bien a través de bromas, gags, chistes. Es algo que ya estábamos haciendo de forma natural y espontánea y ahora lo que buscamos es estandarizarlo”, señala.
Una de las iniciativas que también ha calado hondo tanto entre los clientes como en los trabajadores es la felicitación navideña, “ya llevamos dos años haciéndola y este año repetiremos. Es un vídeo que grabamos en el propio local y con los trabajadores, nos divertimos mucho haciéndola y se la enviamos a los clientes por correo electrónico”, explica el fundador de Bodegas Mezquita.