En el negocio de la música se empieza a ver el fenómeno de la tecnología blockchain como una alternativa a conflictos tradicionalmente asociados a la industria: la necesidad de financiación para lanzar un disco, la dependencia de las discográficas, la distribución de royalties entre artistas y propietarios de derechos, determinar la propiedad de las obras musicales, las licencias y distribución de catálogos en diferentes mercados…Con la posible incorporación de la tecnología blockchain en este negocio muchos auguran que el papel que desempeña la figura de los intermediarios se diluirá o, incluso, desaparecerá.
La cantante islandesa Björk ha sido pionera en experimentar con esta tecnología asociándose con la startup británica Blockpool. Con ello, sus fans podrán comprar su próximo disco directamente mediante criptomonedas y, a cambio, recibir otras y obtener otras recompensas como podría ser asistir a un concierto gratuito de la cantante o interactuar directamente con ella. Este sería un paso más en la práctica del crowdfunding en la que muchos de las industrias creativas vieron también una solución para testar un producto y obtener financiación.
Sin embargo, hay otros, como Francisco Buendía, cofundador de Melboss , que piensan que de aquí a unos años, la implantación del blockchain podría revolucionar totalmente la industria musical en beneficio de su transparencia y seguridad. Desde su punto de vista, la parte mas afectada estaría en los derechos de autor, el grueso que sostiene económicamente a los artistas. La manera de financiarse a través del blockchain sería dar la oportunidad a los interesados de compartir con los autores parte de esos derechos tras la firma de un contrato inteligente, o smart contract, que reflejara la titularidad de estos derechos.
Según afirman en La Cúpula Music , otra plataforma de ayuda a los músicos, “la gestión por parte de sociedades de gestión de derechos de autor, se ha caracterizado, en ocasiones, por una falta flagrante de transparencia. No siempre sabemos de qué manera exacta se reparte la recaudación de estas sociedades y a qué corresponden los montantes de los cobros por parte de los autores. Un sistema de pago de derechos que se construya sobre blockchain podría mejorar la calidad de la intermediación de las sociedades, pues los autores podrían tener un mayor acceso directo a los datos de la monetización en concepto de derechos de autoría, ejecución, etc. y esos datos se transmitirían directamente mediante la cadena de bloques, impidiendo que nadie los manipulara. En esa línea trabajan ya alguna nuevas propuestas como Unison Rights que, con la ayuda de tecnología blockchain, pretenden ofrecer una alternativa a los modelos tradicionales”.
En cuanto al mercado de entradas, afirman también en esta plataforma que “el sistema puede permitir la venta de tickets marcados, identificados digitalmente con dispositivos concretos, lo que impediría su reventa. De ese modo se corregiría en gran parte el problema causante de un conflicto que en poco tiempo ha crecido hasta convertirse en una de las reivindicaciones de las promotoras y artistas consagrados en la industria”.