A la velocidad a la que avanza la tecnología, la decisión sobre en qué invertir el dinero destinado a TI de una empresa es cada vez más complicada. Lo que parece claro, según los expertos, es que existe una serie de tendencias en este segmento que marcarán el futuro. Entre ellas, la primera y más importante es SOA (Service Oriented Architecture o Arquitectura Orientada a Servicios).
Pero ¿qué se esconde detrás de estas siglas de las que todo el mundo habla? Según Enrique Bertrand, director de Tecnología y Desarrollo de Negocio de Web Methods en Software AG, “cuando hablamos de arquitectura de servicios o SOA, estamos hablando del modelo dominante de hacer software. De hecho, todos los programas destinados a la empresa que se desarrollan en este momento tienen que tener en cuenta SOA. Y esto sucede por dos razones fundamentales. En primer lugar, porque a través de esta plataforma los sistemas son más interactivos, accesibles y colaboradores y, en segundo lugar, porque esta arquitectura prepara los sistemas para ser también más flexibles ante cambios futuros”.
Y es que en todas las empresas, por pequeñas que sean, hay al menos dos o tres aplicaciones distintas (logística, contable…) y todas ellas son mucho más útiles si son compatibles y capaces de intercambiarse información. Esto es lo que consigue SOA. ¿Cómo?
El secreto está en la Red
En realidad, la clave de SOA está en que utiliza las denominadas Web service como estándar y son ellas las responsables de que todos los sistemas integrados se entiendan. Las Web service son como un adaptador de viaje de los que utilizamos para conectar aparatos a la red eléctrica, en países que tienen otro sistema diferente al nuestro. Cuando se conectan dos aplicaciones con estructuras independientes, el Web service hace las veces de clavija adaptadora y permite la comunicación entre ambas. Este enlace se produce gracias a un lenguaje que se esconde tras otras siglas, WSDL o Web Services Description Language que es en el que está escrita la información.
Así que, antes de la existencia de una Arquitectura Orientada a Servicios, las aplicaciones que había en una empresa necesitaban indefectiblemente herramientas especiales de integración para poder entenderse. Ahora estas se conectan entre sí sin ningún problema. Y no sólo las de la misma empresa. Gracias a la extensión del uso de SOA, cualquier compañía que posea esta arquitectura, puede hacer interactuar sus aplicaciones con cualquier otra entidad. Y esto es lo que lo hace especialmente interesante para una pequeña o mediana empresa.
Según Emmanuel Lebot, responsable de Ventas para Europa de Progress Software, “para una pyme es especialmente interesante porque es el mejor modo de exponerse al resto del planeta. Gracias a SOA se puede simplificar y flexibilizar la cadena de valor clásica de una empresa (producir un producto, distribuirlo, venderlo, almacenarlo, gestionarlo, acciones de márketing, contabilidad…). Y con ello las empresas pequeñas pueden concentrarse en su actividad y conectarse a otras que la complementen. Es el concepto de cluster o nube empresarial. Entre todos, pueden crear una gran empresa, una especie de outsourcing coordinado”.
Por último, las empresas están preparadas para cambios que se puedan producir en el futuro. “Porque una empresa puede tener claro en un momento dado cuál es su negocio, pero es posible que dentro de seis meses, como está ocurriendo ahora, esto cambie y se vea obligada a transformarse. Por eso es importante tener una estructura lo suficientemente flexible desde el punto de vista de la información para hacerlo sin traumas ni grandes inversiones”, asegura Bertrand.
Una vez que hemos visto que con SOA podemos abrir los sistemas y hacerlos más interoperables, el siguiente caballo de batalla es la gestión y automatización de procesos, que es el otro acrónimo estrella de la temporada, es decir BPM o Business Process Management. “Éste permite a la parte de negocio de una empresa mejorar también sus procesos, hacerlos más eficientes y controlarlos con grano muy fino. BPM es el fruto, la planta, mientras que SOA son las raíces, la sabia”, puntualiza el director de Tecnología y Desarrollo de Negocio de Web Methods en Software AG.
Facilitar procesos
En las pequeñas y medianas empresas, por ejemplo, son muy habituales los problemas de conciliación de facturas. A través de la Arquitectura Orientada a Servicios puedes abrir todos los sistemas de compra y facturación, plantearte crear una aplicación que cubra todo el ciclo de vida de una factura y poner sistemas automatizados para solucionar las barreras que puedan resolverse sin necesidad de intervención humana especializada. Esto es BPM”, continúa Bertrand.
Otro tema, en el que BPM está directamente relacionado, es la integración entre proveedores y clientes dentro de la cadena de valor de la propia empresa. Con este sistema se pueden poner en marcha procesos completamente automáticos que empiecen en el proveedor y acaben en el cliente. “Desde que se arranca el proceso hasta el final. Por ejemplo, que si se produce un problema, éste se escale hasta quien pueda solucionarlo más eficientemente. Esto, de modo manual, consumiría muchos recursos, mientras que BPM ayuda a la empresa a automatizar estos procesos y distinguir los que necesitan intervención humana y los que no”, termina Enrique Bertrand.
En definitiva, en todos los casos, se trata de un solo objetivo: convergencia y facilidad de uso. Y, llegados a este punto, hay otros acrónimos que adquieren fuerza: XBRL y XPS.
El primero, XBRL (eXtensible Business Reporting Language), surge para simplificar un proceso. En este caso, se trata del intercambio de información financiera en una empresa entre los diferentes sistemas contables.
El modo de lograrlo es convertirla a un lenguaje universal como el XBRL, que a su vez, está basado en XML (eXtensible Markup Language), código imprescindible hoy en día para el intercambio electrónico de información entre empresas y también en Internet. Así, cada uno de los datos financieros, como por ejemplo los beneficios netos, tendrá asociada una etiqueta fácilmente localizable de manera automática que permitirá relacionarlo con otros datos financieros de la empresa. Esto facilita una gestión eficiente de cada uno de estos datos a través de programas informáticos destinados a la compilación, almacenamiento o utilización de los mismos. De hecho puede gestionar desde la presentación de información financiera interna y externa de la empresa, hasta la preparación de documentación a recopilar para llevar a una Administración.
Estándares universales
Tal como indica Javier Mora, gerente de la Asociación XBRL España, “XBRL está siendo utilizado en la actualidad como medio de comunicación eficiente por parte de diferentes organismos reguladores como el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Ministerio de Economía y Hacienda”. En cuanto al futuro, Mora asegura que este sistema será manejado para transmitir información financiera de las empresas en todo el mundo. Entre otros proyectos inmediatos, se está trabajando en el uso del estándar XBRL en el nuevo Plan General de Contabilidad 2007. Se trata de una iniciativa liderada por el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas en colaboración con Fundetec, Registro Mercantil, Asociación XBRL España, desarrolladores de software de gestión, entidades financieras, y otras entidades. El objetivo de este proyecto es impulsar la adopción y el uso del estándar en el nuevo Plan General de Contabilidad, recientemente aprobado.
Y ya que estamos con la X, podemos terminar con XPS, otro formato basado en XML, de hecho sus siglas significan XML Paper Specification, desarrollado por Microsoft. Se trata de un formato de documentos, pensado para facilitar que todo el mundo pueda compartirlos, imprimirlos o leerlos.
Respuesta competitiva
De hecho, XML ha sido ideado para que cualquier plataforma pueda entenderlo, lo que significa que está totalmente abierto. Microsoft lo ha incorporado en el último año al sistema operativo Windows Vista y su suite Office 2007 y, previsiblemente, lo incorporará a su siguiente versión.
Ahora, desde cualquier programa de Office, podemos imprimir en versión XPS al igual que en el formato de Adobe Acrobat. De hecho, parece que el XPS es en realidad la apuesta de Microsoft para competir con el PDF.
Seguramente en el tiempo en que tardo en escribir este reportaje y llega a tus manos, ya habrán aparecido varios acrónimos más de los que tendremos que hablar en el futuro. Como afirma Enrique Bertrand: “Los responsables de Tecnologías de la Información (TI) no nos quedamos tranquilos si no hay algo en nuestras presentaciones que nadie entienda”.