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La franquicia perfecta para conciliar

Un concepto pensado para mujeres emprendedoras, que no precisa local y donde la actividad se concentra por las mañanas.

13/06/2016  Redacción EmprendedoresFranquicias

Conciliar la vida laboral y la familiar no resulta tarea fácil para las madres trabajadoras. Ante esta situación, la ceramista profesional Luz Sigueiro decidió poner en marcha un modelo de negocio ideal para mujeres emprendedoras que quieren tener tiempo disponible para estar con sus hijos. Esta argentina, hija de padre gallego, fundó su primer taller de cerámica en su país natal con apenas 22 años. Después de 15 años de dar clases en centros preescolares, decidió crear su negocio y ser su propia jefe.

Fue así como en 2005 nació Artesanitos, un negocio que se dedica a impartir clases de cerámica en centros educativos. El objetivo es potenciar la creatividad de los niños, facilitar la motricidad fina desde temprana edad y propiciar la expresión artística y emocional. La oferta incluye clases en preescolar, talleres para padres e hijos, y talleres de regalos para celebraciones como navidad, día del padre o de la madre.

La empresa, que cuenta con 9 delegaciones en España (Zaragoza, Lleida, Barcelona, Madrid (centro y sur), Alicante, Castellón, Valencia y Cantabria), requiere una inversión inicial aproximada de 7.900 euros. Las asociadas reciben formación sobre la metodología de trabajo y la gestión del negocio. De hecho, cada una recibe la titulación de Técnico en Cerámica Pedagógica y Emocional.

Hablamos con la creadora de Artesanitos sobre este modelo de negocio y su aporte para los centros educativos y las madres emprendedoras:

Emprendedores.- ¿Dónde nace la idea de Artesanitos?

Luz Sigueiro.- Cuando tenía 22 años abrí mi primer taller de cerámica en Argentina. Empecé a trabajar en escuelas infantiles y en poco tiempo los talleres que dictaba a los niños se convirtieron en todo un éxito. Así que empecé a investigar cómo podía expandir mi negocio. El concepto de las franquicias me llamó la atención y decidí irme por ese camino.

Concretamente, nunca me ha gustado ser empleada. Me gusta estar en casa y este negocio me permite hacerlo. Cuando empezamos con las franquicias pensamos que nuestra idea de negocio no tendría una imagen de empresa contundente, pero creo que es al revés. Este modelo es otra forma de asumir una empresa, una forma más humana, que nos permite conciliar la vida laboral con la familiar.

EMP.- ¿Cómo se logra esa conciliación laboral y familiar con este negocio?

L.S.- Para montar esta franquicia no se necesita local. Nos desplazamos a los centros educativos para dictar los talleres en horario de la mañana, así que tenemos la tarde libre para estar en casa. Hacemos la preparación previa de las clases en casa con nuestros hijos e, incluso, podemos llevarlos a las clases a los centros donde vayamos.

EMP.-Desde su perspectiva, ¿por qué para las mujeres es tan difícil mantener un equilibrio entre el trabajo y la familia?

L.S.- El mundo está pensado para los hombres. Además, a menudo la responsabilidad de cuidar a los hijos recae en las mujeres y a los niños no se les da la visibilidad ni la importancia que merecen. En el mundo laboral actual las mujeres se enfrentan a jornadas laborales interminables, con lo cual es muy difícil lograr un horario equilibrado. Últimamente los hombres están adoptando una posición más activa en cuanto al cuidado del hogar, aunque todavía falta generar más igualdad.

EMP.- ¿Por qué estas clases de cerámica son una buena inversión para un centro educativo?

L.S.- Nosotros complementamos la oferta educativa. Hay una deficiencia en el sistema educativo en cuanto a expresión emocional y desarrollo artístico. Con nuestros talleres, los niños despiertan su creatividad y aprenden a canalizar sus emociones a través del arte. Motivamos a los críos para que expresen sentimientos con sus propias manos. Por ejemplo, les preguntamos “¿cómo sería la cara del sol si estuviera triste?”.

Los niños elaboran piezas que se llevan a sus casas y que pueden mostrarle a sus padres con orgullo. Para ellos es muy valioso poder llevar algo elaborado con sus propias manos, que además posee un significado especial. Eso les ayuda a aumentar su autoestima y a valorar su propio trabajo. Los niños lo viven como una experiencia casi mágica.

EMP.- ¿Qué perfil debe tener una futura asociada?

L.S.- Desde nuestro departamento de Expansión hacemos una selección de posibles asociadas. No se necesita tener conocimientos previos de arte porque le brindamos una formación completa para que pueda desarrollar la actividad de manera autónoma. Debe ser una persona empática, que le gusten los niños y las manualidades, que sea activa y dinámica y que le guste trabajar en equipo.

EMP.- ¿Cómo es su relación con las franquiciadas?

L.S.- Es inevitable no establecer un vínculo con ellas. No sólo compartimos nuestro trabajo sino nuestra vida y las etapas importantes como el embarazo o la lactancia. Cada una de las asociadas es independiente, pero nos apoyamos mutuamente porque hacer este trabajo en solitario sería mucho más difícil.

Para mí éste es un sueño compartido. Yo me sentí en la obligación de compartir mis conocimientos con otras mujeres que también son madres y quieren emprender. Creo que cuando vas de la mano llegas más lejos y por eso, para mí, es muy importante establecer una red de apoyo permanente con todas ellas.

Redacción Emprendedores