“El pan que utilizamos en TGB, de receta propia, tardamos más de nueve meses en conseguir la textura y el sabor que buscábamos. Éste es un proceso largo, pero cuando logras el resultado que deseas, la satisfacción no tiene precio”. La reflexión de José María Fernández Capitán, fundador de Restalia, ilustra el mimo con el que se ‘cocina’ en todo momento la propuesta de The Good Burger –la marca para los amantes de las buenas hamburguesas–, un gusto por el detalle que se hace extensivo al resto de las enseñas del grupo.
Las palabras de Fernández Capitán también reflejan la importancia que otorgan a la innovación en TGB, siempre de la mano de una elevada calidad tanto en el producto como en el servicio. Aquí esbozamos ya algunos de los ingredientes que han hecho de esta cadena –que dio sus primeros pasos en el 2013– todo un referente dentro del mercado, con más de 130 restaurantes. “Hoy ya somos la mayor cadena española de hamburguesas y la más internacional”, subrayan desde una central que adelanta que la previsión es seguir creciendo por el resto de Europa y en Latinoamérica.
Su progresión más reciente certifica el excelente momento que vive una marca que este año celebra su décimo aniversario. “Lo cierto es que hemos experimentado un esprint en las últimas semanas, con aperturas en plazas como Alicante, Ciudad Real, Madrid, Jaén o Albacete, a lo que sumamos un fuerte impulso internacional con el salto a Latinoamérica, concretamente a Guatemala, la flagship en Roma o nuestra consolidación en Portugal con aperturas en varias localidades».
Un modelo de negocio total
La dimensión alcanzada refleja hasta qué punto el concepto de negocio de TGB ha cuajado entre el público y el ecosistema de emprendedores e inversores. Y lo ha hecho sobre la base de una propuesta diferenciadora “que ofrece hamburguesas de altísima calidad, cocinadas bajo la técnica smash y a precios accesibles, todo ello bajo una excelente experiencia de consumo y un diseño de local innovador y urbano”.

Todas las piezas descritas dan forma a una experiencia de cliente en 360º que constituye el auténtico valor diferencial de TGB, algo común a todas las marcas de Restalia y que permite al franquiciado competir de forma solvente y con garantías en un sector tan copado como el de la restauración organizada. “Cuando entras en un TGB, no te motivan sólo nuestras hamburguesas y pan de receta única. Cuanto entras en cualquier de nuestros establecimientos, lo haces para vivir la experiencia plena. ¿Y en qué consiste esto?”, se pregunta Fernández Capitán. “En pedir una hamburguesa en un espacio decorado con mimo, donde todo encaja. Al final, no es una cosa, es el conjunto de muchas cosas”.
Para democratizar el emprendimiento
Esbozado su retrato competitivo, profundicemos ahora en todos aquellos elementos que hacen de TGB una de las vías más interesantes para emprender en el universo de la restauración organización. Y la versatilidad emerge como uno de sus grandes atractivos, ya que la marca contempla diferentes formatos de establecimiento, con lo que acerca su propuesta de negocio a muchos más franquiciados potenciales.
Estándar
Locales de calle y centro comercial.
Canon: 40.000 euros + IVA.
Royalty: 7% sobre las ventas netas mensuales.
Superficie de local tipo: desde 150 metros cuadrados + 50 (sala + terraza).
Necesaria salida de humos.
Foodcourts
Locales de centro comercial con sala compartida.
Canon: 40.000 euros + IVA.
Royalty: 7% sobre las ventas netas mensuales.
Superficie de local tipo: Desde 50 metros cuadrados.
Necesaria salida de humos.
Foodtruck
Para eventos o en terrazas de centros comerciales.
Canon: 40.000 euros + IVA.
Royalty: 7% sobre las ventas netas mensuales.
Superficie de local tipo: desde 12 metros cuadrados + 10.
Una calidad diferencial y accesible para todo el mundo
Independientemente de la versión que ponga en marcha, el franquiciado tendrá en sus manos un producto de calidad única, lo que contribuye a fildelizar al público y, por extensión, a la propia solidez del negocio. “Con carne 100% vacuno, cada burger se prepara bajo la cocción smash que, sumado a la elevada calidad de la carne TGB, logra caramelizar su superficie, dejándola más jugosa y sabrosa”, subrayan desde la central.
Una excelencia que el cliente apreciará en cualquiera de las elaboraciones genuinas de la enseña. “La base de nuestras recetas de pulled pork se marina y cocina a baja temperatura durante seis u ocho horas para conseguir una mayor jugosidad y un sabor más intenso”. Calidad, por otro lado, que es la vía para diferenciarse en el mercado de la restauración. “Nuestras burgers de pollo son pechugas de pollo enteras y no conformados de pollo, como en otras cadenas de comida rápida”.
Y regresamos por un instante al inicio del artículo para degustar el Pan TGB, otro símbolo de la consistencia del proyecto. “Es un pan de receta propia y exclusiva, tierno e inconfundible, con un gusto dulce y ligero sabor a mantequilla para dar con ese toque propio y característico”.
Todos estos productos son fruto de la labor de un departamento de I+D que siempre tiene en cuenta las preferencias de los consumidores, de ahí que la carta despliegue opciones de carne vegetal y pan vegano. “Ellos son la razón por la que hacemos todo lo que hacemos y es importante saber ver qué quieren; y no sólo dárselo, sino ir incluso más allá con la innovación por bandera”, recuerda Fernández Capitán.
Esta escucha activa de los clientes hace que en TGB acompañen su producto estrella con otras referencias como entrantes individuales (crujientes aros de cebolla, bocaditos de queso y jalapeño, patatas dulces o de boniato) y para compartir (alitas de pollo, los famosos Epic Chicken y los Nachos Tex Mex), además de hot dogs y ensaladas. “Y, como amantes de la cerveza que somos, cuidamos cada detalle sirviendo todas las propuestas en jarras heladas y en cristal”.

Como observamos, la de TGB es una oferta versátil con la que el asociado llegará a un amplísimo abanico de consumidores, otro vector competitivo a tener muy en cuenta. “Y no olvidemos que somos expertos en ofrecer una relación calidad–precio incomparable, gracias a nuestra filosofía smart–cost, donde confluyen un producto único, diferente, de calidad y a un buen precio para llegar así a todos los bolsillos”.
Resilencia acíclica y el franquiciado en el centro
Todos los ingredientes que hemos ido desmenuzando a lo largo de este artículo hacen de TGB un modelo de negocio acíclico y que se mantiene estable incluso en los escenarios socioeconómicos más convulsos, una seña de identidad que comparten las marcas de Restalia. Y a esta resilencia ha contribuido el ADN franquiciador que exhibe una compañía que durante la pandemia, por ejemplo, aplicó desde el inicio diferentes paquetes de ayuda a su red que incluían reducción de royalties, descuentos en productos estratégicos, ayudas en los alquileres de los locales… “Su éxito es nuestro éxito, por lo que todos debemos remar en la misma dirección”.
Este soporte va en línea con el estrecho vínculo que desde la central forjan con ese asociado que capitaneará su propio The Good Burger. “Un contrato con un franquiciado no es sólo la cesión de una marca bajo unas condiciones específicas durante un periodo de tiempo concreto, sino que es mucho más», recuerda Fernández Capitán. «Hablamos de una relación y, como tal, hay que cuidarla, ser flexibles, entender que cada emprendedor es una persona particular con unas circunstancias determinadas, con sus vivencias y sus etapas, que pueden ser muy diferentes en 10 años”.
Una historia emprendedora siempre viva, en definitiva, que ahora puedes empezar a escribir tú mismo de la mano de un referente como TGB y con la ayuda experta, día a día, de Restalia, líder en el mercado de la restauración organizada.
