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¿Se puede franquiciar un e-commerce?

Un canal para internacionalizar el negocio o con el que vender bajo la fórmula del dropshipping. Dos ejemplos de tiendas online 'puras' que crecen en franquicia.

19/02/2016  Redacción EmprendedoresFranquicias

Vivimos de lleno en una era digital donde cada vez más los usuarios compran online en plataformas como Amazon o Wallapop. Según el el Estudio de eCommerce 2015 – que elabora IAB Spain (la asociación de la publicidad, el marketing y la comunicación digital en España) junto con la empresa asociada VIKO-, el 67% de los internautas –el 52% más que en 2013- se declara comprador online, con una media de 3 veces al mes y un gasto medio de 70 euros, un aumento respecto a las dos veces y 63 euros de hace dos ejercicios.

La elección para la compra online en España responde, en el 57% de los casos, a motivos económicos, seguido de la facilidad a la hora de reclamar (55%) y de la sencillez en el envío (52%). Las estimaciones para finales del 2015 es que cada español, por su parte, destinará 61,6 euros a compras a través de la Red, lo que supone un incremento interanual del 8,9%.

Sumenos ahora a este cóctel efervescente la franquicia, un mercado que, según la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), mantiene las constantes más que vitales. A cierre del 2014, sus principales variables mostraban subidas, en algunos, casos, de dos cifras: número de redes (+10,3%), número de establecimientos (+8%), empleos generados (+2,8%) y facturación global (+0,5%).

Conscientes de las fortalezas de ambos mercados, algunos proyectos apuestan por fusionarlos, algo no demasiado habitual en el universo de la franquicia, donde encontramos negocios que operan bajo la fórmula online -pero centrados en prestar servicios a empresas y particulares- o tiendas online que dan el salto a la franquicia mediante la apertura de puntos físicos. Escasean, en cambio, tiendas online ‘puras’ que apuesten también por la Red para franquiciar su concepto.

Especializada en la venta de artículos para bebé, Bebedeparis.com es uno de esos proyectos que optan por un segmento poco explorado. Y l hace para crecer a escala internacional. “La mayor ventaja que tiene una franquicia con estas características es que la inversión se reduce notablemente, porque no es necesario un local ni el mantenimiento que conlleva, sino que, con un almacén de entre 300 y 400 metros cuadrados para guardar el stock, es suficiente”, explicó Sergio Sánchez, CEO de la enseña, en una conferencia que impartió en el Salon MIEmpresa, clausurado la semana pasada en Madrid.

Un aspecto clave aquí es crear una marca global, donde la central de franquicias sea propietaria de todos los dominios en Internet. Bebedeparís cuenta con 80 dominios en la Red. “Igual de importante es poseer un centro logístico en el país de origen y con una franquicia por país que cuente con su propio almacén, pero que sean los franquiciados quienes gestionen y comercialicen el producto dentro de sus fronteras”.

La cadena, por otro lado, contempla que sólo opere una franquicia por país, que se encargará también de vender a mayoristas y tiendas especializadas.

El nivel de este tipo de negocios está marcado por el servicio. «En este sentido, hay que acercar al cliente el mejor servicio posible y con la mayor rapidez que esté en tus manos, porque, al no tener contacto físico con la persona, vender, que vuelvan y que te recomiende es una tarea más difícil”.

Como parte de un servicio excelente, también es clave desplegar una buena campaña de marketing, la cual tiene que estar gestionada desde la central. «Es recomendable contar con una agencia de marketing local para saber las necesidades de los consumidores de cada país. En nuestro caso, es muy distinto a quién vendes en España, México o Arabia Saudí, mercado este último, por ejemplo, donde no podemos llevar ningún bordado en cruz”.

Pero no es éste el único ejemplo que encontramos en este ámbito. Cambiamos radicalemnte de mercado y nos detenemos en Apasionatta, una franquicia que se define como low cost y que se ha especializado en la venta de artículos eróticos, lencería y productos similares. Su particularidad es que ha apostado por el dropshipping, fórmula a través de la cual la mercancía va directa del almacén del mayorista a la dirección del consumidor final. «En este sentido, una de las ventajas para el franquiciado es que no asume riesgos de stock, debido a que su negocio no está amarrado a un establecimiento físico, ya que comercializamos online y con un sistema de venta directa”, aclaran desde la central.

Redacción Emprendedores