El objetivo es abrir siete nuevos establecimientos antes de que finalice el ejercicio actual. Para ello la enseña llevará a cabo una estrategia que se dividirá en dos fases. En una primera se centrará en la apertura de establecimientos dentro del Archipiélago Canario. Posteriormente dará el salto al interior peninsular, en donde pretende abrir restaurantes en las principales capitales, como Madrid, Barcelona o Valencia.
Según afirma la compañía, para la logística de Pronto Pizza, la segunda fase de expansión no supondrá un problema. Aproximadamente el 90% de sus proveedores tienen sede en la península y dan cobertura a todo el territorio nacional. Adicionalmente, la enseña pretende realizar una gran inversión en marketing, intensificando sus acciones con el objetivo de incrementar la notoriedad de la marca.
Pronto Pizza inicia este proceso de crecimiento con el respaldo de una empresa con más de 15 años de experiencia en el ámbito de la restauración. Cuenta con un establecimiento operativo en Fuerteventura, Las Palmas, que en tan sólo dos años de funcionamiento ha logrado un índice de rentabilidad del 18%.
“Ingredientes de primera calidad, pizzas hechas al momento, variedad en el menú o la excelente relación calidad-precio” son algunas de las claves que esgrime la enseña para justificar su éxito.
En pleno proceso de expansión, la inversión necesaria para poner en funcionamiento una franquicia de la cadena es de 65.000 euros, para locales con un mínimo de 80 metros cuadrados ubicados en poblaciones con más de 50.000 habitantes.
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