Con dos centros propios en la localidad madrileña de Colmenar Viejo y la previsión de abrir cuatro unidades alrededor de Madrid, la cadena de delivery de proximidad YaLlego ha anunciado el comienzo de su expansión en franquicia. «El secreto de nuestro éxito se basa en acercar un servicio económico, íntegro y de calidad a los hosteleros locales que no pueden acceder a las grandes plataformas de delivery, por su elevado coste y pequeños márgenes de beneficio», subrayan desde la central. «Apostamos por estar en aquellos municipios y poblaciones donde los grandes operadores tienen presencia limitada y residual».
Ismael Martínez, fundador de YaLlego, continúa profundizando en el modelo de negocio de una franquicia con una inversión aproximada de 6.000 euros, sin que se necesite local para operar. «Desplegamos una amplia oferta local para todos aquellos consumidores que no disponían de acceso a los operadores tradicionales. A partir de aquí, aportamos diferenciación, servicio, proximidad y calidad en la entrega”.
La firma, que nació hace dos años en Colmenar Viejo, se encuadra en un segmento como el del delivery, «que ni deja de crecer», recuerdan los impulsores del proyecto. «Y la situación de pandemia que atravesamos a nivel global no ha hecho si no incidir en el notable crecimiento de un sector que se está convirtiendo en una industria millonaria y en el sostén de multitud de negocios de hostelería que, sin esta reciente opción de consumo, se hubieran visto obligados a echar el cierre».
En línea con lo anterior, «los últimos datos de 2019, elaborados por el Observatorio Sectorial DBK, destacaban los más de 660 millones de euros facturados por el sector hostelero gracias al food delivery y el crecimiento del 6% en su facturación».