Levaduramadre acaba de poner en marcha dos tiendas en Barcelona, en el Carrer de Santiago Rusiñol, 3, y en Travessera de Gràcia, 36, con lo que pasa a contar con once establecimientos en la ciudad condal. Estos nuevos espacios se incorporan a los 131 ya abiertos por la marca en Madrid, Alicante, Valencia y Barcelona.
Los nuevos establecimientos despliegan algunos productos propios del verano como sus tartaletas de mandarina y cereza y sus helados artesanos y gourmet en once variedades aptas para todos los públicos y con opciones también disponibles para intolerantes a la lactosa, celíacos y veganos, como explican desde la central. «La carta de Levaduramadre incluye además sus panes artesanos, en formato hogaza, entre los que destaca su pan de payés, muy demandado en Cataluña y se completa con sus barras y pan embolsado. También es posible encontrar sus productos de bollería y pastelería, a los que se suman dulces locales como los xuxos de crema con gran tradición en toda la zona de Levante».
Con estas inauguraciones, Levaduramadre «consolida de manera definitiva su apuesta por Cataluña y, en concreto, por la provincia de Barcelona», subrayan desde la compañía. Dentro de esta estrategia, la empresa tiene previsto realizar próximamente nuevas incorporaciones en zonas estratégicas como L’Hospitalet de Llobregat y Sant Cugat del Vallès, con el el objetivo de finalizar este año con 18 unidades en la provincia de Barcelona. Al mismo tiempo, la enseña mantiene su búsqueda de nuevos emplazamientos en otras provincias catalanas.
“La gran acogida del público de Barcelona nos ha permitido plantearnos la expansión a otras provincias en Cataluña», explica Moncho López, co-director y socio fundador de Levaduramadre. «A partir de aquí, buscamos emplazamientos céntricos y en poblaciones que tengan una alta tasa turística preferentemente».