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“Hay que ver el fracaso como un aprendizaje más en el camino al negocio definitivo, el del éxito”

Adrián Din, fundador de Ecocleans, reflexiona, a partir de su propia experiencia, sobre diversas cuestiones que resultarán muy útiles a todos aquellos emprendedores que buscan crecer y hacerse un nombre ...

31/05/2023  Claudio NovoaCasos de éxito

“La experiencia en la calle vale más que el mejor máster de Harvard”. Ésta es una de las máximas que ha guiado a Adrián Din a lo largo de su dilatada trayectoria, donde ha experimentado el éxito… pero también el fracaso, como él mismo reconoce. Din lleva el gen emprendedor de serie. Ya con 17 años dio sus primeros pasos en el universo de los negocios vendiendo productos cosméticos de la reconocida marca Avon entre las vecinas de su barrio. Un año después, montaba su primera empresa. Uno de sus hitos ha sido crear Ecocleans, firma pionera en limpieza ecológica en nuestro país, un proyecto con el que ha facturado más de un millón de euros en apenas dos años de vida.

Audaz y en constante movimiento, nuestro protagonista comparte ahora las enseñanzas profesionales –y vitales– que le han llevado a ser lo que es hoy. Una charla inspiradora y que resultará más que útil a todos aquellos emprendedores que buscan impulsar sus ideas de negocio.

EMPRENDEDORES: Adrián, actualmente te consideras un empresario de éxito, pero ¿qué es para ti ser un empresario de éxito?
ADRIÁN DIN:
Es aquel que lucha por sus sueños, es constante y se cae, pero no se rinde, sino que sigue adelante. Es un empresario que siempre corrige errores y aprende de ellos sin descuidar a sus clientes y a su equipo, que son el alma de su negocio.

EMP.: Entonces, ¿ser empresario de éxito no es sólo montar un negocio que funciona y factura mucho a la primera?
A.D.:
No, para nada. De hecho, esto ocurre muy pocas veces. Para ser empresario de éxito, primero tienes que ser emprendedor, sin más, y lo más probable es que te caigas y fracases varias veces antes de llegar a ese negocio que se convierta en un éxito. Y lo habrás conseguido gracias a todo lo que aprendiste en tus fracasos y a que no abandonaste a la primera de cambio.

Así me pasó a mí. Lo cierto es que empecé a emprender siendo apenas un adolescente y tuve muchas ideas que fracasaron, pero me sirvieron para aprender y establecer mi forma de trabajo que, ahora sí, me ha llevado a ser el empresario de éxito que soy.

EMP.: Fracasar es lo que lleva a muchas personas a pensarse dos veces lo de emprender. A partir de aquí, ¿cuántas veces crees que hay que fracasar para llegar al éxito y qué le dirías a esas personas que tienen miedo al fracaso?
A.D.:
Pues no creo que haya un número exacto de veces. Puede que fracases en muchas ocasiones o que tengas la suerte de hacerlo sólo alguna vez, pero lo importante es perder el miedo a fracasar. En este sentido, no hay que verlo como un motivo para darse por vencido, sino como un aprendizaje más en el camino al negocio definitivo, el del éxito. Si aprendes de cada caída y también de todo lo que te rodea (otros profesionales, cosas que te suceden en el día a día…), lo conseguirás. Pero hay que ser constante.

También es verdad que, si aprendes de los fracasos de otras personas, puedes llegar a librarte de alguna que otra caída, porque sabrás lo que no hay que hacer. Yo, por eso, en mis formaciones, no hablo sólo de lo que he hecho bien, sino también de aquello que me han enseñado mis fracasos acerca de lo que no hay que hacer.

EMP.: Sueles decir que, para que un negocio llegue a crecer hasta alcanzar el éxito, necesita un buen líder. ¿Qué es para ti un líder y qué cualidades debe poseer?
A.D.:
Esta pregunta me la hacen mucho y realmente me parece muy importante. Ningún negocio puede llegar al éxito si, en lugar de un líder, tiene simplemente un jefe. El líder no es alguien impuesto en un grupo o equipo, si no que surge en el equipo y los demás lo reconocen como líder por su forma de actuar y dirigir.

En cuanto a sus cualidades, es clave que sea muy empáticó, que conozca y comprenda a su equipo y también que se planifique muy bien para que asigne las tareas a la persona correcta y de la forma más productiva. Necesitará, además, capacidad de liderazgo para que, si en algún momento el equipo se desvía, pueda redirigirlo y, en paralelo, consiga sacar lo mejor de cada uno de los integrantes de su equipo.

EMP.: ¿Un buen líder es el que está disponible las 24 horas del día y no hace nada más que trabajar?
A.D.:
No, todo lo contrario. Un buen líder es trabajador y está al pie del cañón como el que más en su empresa, pero también es capaz de desconectar y disfrutar de la vida, de su familia y sus aficiones. Y lo hace sin sentirse culpable, porque sabe que regresa más fresco y con energías cargadas para trabajar en su negocio.

Siempre digo que es vital hacer un refresh a menudo, una escapada para desconectar y volver con vitalidad a la oficina. Asimismo, se aprende mucho saliendo y viajando, más de lo que creemos. Yo he podido alumbrar muchas ideas en mis viajes, que después he aplicado a mis negocios.

EMP.: Ha sido un placer charlar contigo. Para despedirnos, ¿con qué dos palabras recomendarías quedarse a todos esos emprendedores que están a punto de dar el salto o acaban de darlo y ven el éxito muy lejos?
A.D.:
Constancia y aprendizaje. Éstas son las dos palabras que tienen que interiorizar, para no rendirse, crecer y llegar a conseguir el negocio que desean.