Crecer despacio
No obstante, Javier Celaya, socio fundador de Cristalbox, sostiene que no puede considerarse como una medida que hayan desarrollado como respuesta a una situación económica hostil: “Es una política que se aplica como fruto de la reflexión sobre cada petición concreta de expansión y, por tanto, se deriva de nuestra filosofía de negocio de crecer despacio, pero seguro”.
Partiendo de ese concepto, y en función del perfil del candidato, “nuestra implicación económica con los socios es muy estrecha. Eso nos permite seguir creciendo a un ritmo lento pero seguro, a pesar de la difícil situación económica”, afirma Celaya, que considera esta medida una garantía “para que un empresario que empieza vea el apoyo, la apuesta y la confianza que le aporta la central. La marca se beneficia de poder contar con un buen candidato y una delegación con potencial de negocio; y el franquiciado, poder acceder a su taller, iniciar su actividad y, por medio de su trabajo, amortizar inversiones para obtener una progresiva rentabilidad”.