Nacida en Inglaterra en el año 1992, Expense Reduction Analysts cuenta con 650 franquiciados que se reparten entre 25 países de Europa, América y Oceanía. En España desembarca en 2006 y a lo largo de esta década aglutina a 32 franquiciados que cerraron el ejercicio 2015 con la suma de 5,5 millones de euros de facturación. Durante este tiempo han intervenido en cerca de 350 empresas, con una media de entre 50 y 60 clientes nuevos al año. Los planes diseñados hasta 2020 aspiran a doblar el número de franquicias y facturar 11 millones de euros.
Con este objetivo ha retomado la compañía el proceso de expansión, ralentizado a raíz de la crisis económica desde 2012. El freno, no obstante, afectó a la adhesión de franquiciados pero no al volumen del negocio, dado que las mismas circunstancias de crisis impulsaron a un mayor número de clientes interesados en aplicar fórmulas de reducción de costes en sus empresas.
Esa es la especialidad de Expense Reduction Analysts, ayudar a las medianas y grandes corporaciones –con un mínimo de 10 millones de euros de facturación- a ahorrar gastos en las áreas que les confían, siendo los más habituales los capítulos de logística, embalaje, energía, telecomunicaciones, seguros o limpieza.
El valor de sus franquiciados
Lo cuenta Fernando Vázquez Alonso, responsable del área de desarrollo (Area Developer) para la zona Norte, Centro y Sur de España. “La mayor parte de nuestro clientes son empresas ya consolidadas. Lo habitual es que tengan un departamento de compras que gestiona con eficacia el 70-80% de los gastos, pero en el porcentaje restante pierden el control porque son áreas muy específicas para las que se requiere otro tipo de conocimientos muy concretor”. Este es el nicho que aprovechan los franquiciados cualificados de Expense Reduction Analysts.
En la metodología de trabajo y en la robustez profesional de sus franquiciados radican, en su opinión, las claves del éxito de la enseña. Todos ellos proceden de ocupar puestos directivos anteriormente en compañías grandes y medianas y expertos en las distintas áreas y en el trato con los clientes. A todos se les exige dedicación completa al negocio de la franquicia.
Cobro a éxito
Por si esto no fuera suficiente, otra garantía de eficacia que aporta la intervención de Expense Reduction Analysts es el cobro a éxito. Es decir, que si no consiguen un ahorro real para la empresa no cobran. “Esta es la única fuente de ingresos que tenemos -aclara Fernando Vázquez- ni acuerdos con proveedores que comprometan nuestra independencia ni una segunda línea de negocio. Así que somos los primeros interesados en que el cliente ahorre”. Esta es una de las peculiaridades que ayudaron a la compañía británica a distinguirse de la competencia en nuestro país.
La optimización puede llegar tanto por el ahorro de costes en la contratación como por el consumo, pero dice Fernando Vázquez que rara vez proceden al cambio de proveedores prefiriendo acomodar el servicio recibido a las necesidades reales de cada empresa. Importante también resaltar que su intervención no se restringe a detectar fallos sino a dar soluciones e implementarlas. Rehúyen, asimismo, meterse en la partida que corresponde al personal, aunque muchos sean la primera medida que contemplan a aplicar recortes. “Claro que a veces una compañía debe tomar decisiones drásticas, pero prescindir de algunos trabajadores puede ser un error”.
Ahorros de hasta el 20%
Cuenta también Fernando Vázquez que en ocasiones han rechazado clientes después de analizar la compañía y ver que había poco que optimizar. “En estos casos entregamos el informe elaborado por nuestro equipo de expertos al cliente, que ya tiene un valor, aunque no lo cobramos, porque entendemos que nuestros servicios no serían rentables ni para ellos ni para nosotros. Pero cuando actuamos en las empresas que lo necesitan puedo decir que experimentan ahorros de dos dígitos, 10, 15 o 20%”. Para asegurarse de que así sea, la franquicia les acompaña durante dos años.
Casos de éxito tienen muchos. Algunos pueden consultarse en su página web, pero los sectores en los que más operan son el vinícola, la sanidad privada y residencias para mayores.
Obtener la licencia de la franquicia de Expense Reduction Analysts requiere de una inversión inicial de 55.000 euros. Deberá además realizar el franquiciado un curso de formación en inglés que se imparte durante un mes en la central británica. Superados los requisitos, el franquiciado pasa a integrarse en una red donde se comparten equipos y proyectos en los que todos aportan su back-ground en busca de la mejor manera de realizar la actividad. También los integrantes de la enseña pretenden optimizarse, no sólo de cara al cliente sino también como emprendedores con afán de superación y de aprovechar una perspectiva económica que Fernando Vázquez contempla “con optimismo, aunque haya ciertas incertidumbres internacionales”, dice.
