OrangeTheory Fitness, un año después de su desembarco en España, inaugurará el segundo local de los 40 que prevé abrir en los próximos 10 años, de la mano de su nuevo director de Desarrollo David Estébanez. En paralelo, la franquicia tiene prevista la apertura de una unidad en el centro de Barcelona, lo que supone el inicio de su expansión por la geografía española.
Ante estos nuevos objetivos, la empresa ha decidido confiar en Estébanez, quien posee 20 años de experiencia en compañías relacionadas con el mundo del deporte y de las instalaciones deportivas. Además de haber ocupado la dirección de Franquicia en las compañías In Bicycle We Trust, en la cadena Body Factory y Andorra Experience, entre otros, Estébanez es a su vez socio de E-motion España y eBike75, una consultoría especializada en movilidad sostenible y comercializadora de productos tecnológicos en exclusiva y una start up española enfocada en el desarrollo de fabricación de kits para electrificar casi cualquier tipo de bicicleta, respectivamente.
Con este modelo de negocio, OrangeTheory Fitness «ha revolucionado el sector del fitness con la apertura de cerca de 890 estudios dirigidos a clases de alta intensidad y con una garantía del 100% en sus resultados», recuerdan desde la central.
Durante 2017 la franquicia inauguró 294 estudios alrededor del mundo, lo que le ha llevado a operar en 18 mercados internacionales: Alemania, Australia, México, España, Reino Unido, China, Colombia, Canadá, Chile, Estados Unidos, Israel, Japón, Hong Kong, Singapur, Guatemala, Kuwait, Republica Dominicana y Perú.
De cara al 2018, la compañía se ha marcado el objetivo de alcanzar los 806 millones de euros, frente a los 595 de 2017, y abrir 300 estudios más, con especial interés en mercados clave como Francia, Centroamérica y Asia.
UN MODELO DE NEGOCIO PERSONAL
La «fórmula secreta» de OrangeTheory Fitness consiste en ofrecer clases de una hora grupales, con un máximo de 24 personas y dirigidos por un monitor. Cada participante usa un monitor de ritmo cardíaco que le permite ver su frecuencia cardiaca máxima a través de un reloj inteligente. .
Lo que se pretende copn este método es empujar la frecuencia cardíaca hasta el 83% del esfuerzo máximo y permanecer en ella durante 12 minutos. Lo que provocaría el efecto «after burn», que consiste en estimular el metabolismo y consumir entre 500 y 1.000 calorías en 60 minutos.
Esta combinación de tecnología y método «es capaz de lograr unos resultados que son los responsables de la importante expansión de la cadena en el ámbito internacional».