¿Tiene sentido cursar un MBA si ya has emprendido o estás a punto de hacerlo? La duda es más común de lo que parece. Muchos emprendedores se lo plantean en algún momento, justo cuando el proyecto avanza, pero las decisiones pesan, el tiempo escasea y la incertidumbre se multiplica. Porque lanzar una empresa exige agilidad, creatividad y foco, pero también visión estratégica, capacidad de análisis y habilidades de liderazgo. Además de saber gestionar un plan de negocio, es clave dominar las finanzas y elaborar un plan estratégico de marketing.
Hoy, estudiar un MBA, acrónimo en inglés de Master of Business Administration, no significa parar el proyecto emprendedor, sino fortalecerlo para que perdure en el tiempo. Y los casos lo demuestran.
El MBA como laboratorio emprendedor
La formación en dirección de empresas ha evolucionado a pasos agigantados en los últimos tiempos. Aunque siempre ha sido considerada uno de los programas de formación con más salidas profesionales y esencial para saber llevar una empresa hacia el éxito, los mejores MBA, como los que se imparten en las Escuelas de Negocios de Madrid, han abandonado el esquema académico tradicional basado puramente en la teoría para parecerse más a un laboratorio de proyectos de negocio. “El valor del aprendizaje de un máster MBA no es memorizar teorías, sino aplicarlas sobre la marcha”, coinciden desde diversos programas de MBA que priorizan una metodología experiencial.
Para ello, los alumnos trabajan con problemas y éxitos reales de empresas, se practica el liderazgo, se simula la toma de decisiones complejas en cada una de las áreas de una empresa y, sobre todo, se comparte el día a día con otros profesionales que también están desarrollando modelos de negocio innovadores.
Cristina Fuentes, emprendedora y antigua alumna del MBA de la Cámara de Comercio de Madrid, lo resume así: “El programa me ha dado visión estratégica y seguridad para afrontar cualquier reto profesional. Es formación práctica, orientada a resultados, con profesores y compañeros que entienden lo que supone emprender”.
Aprender con quienes ya han dirigido empresas y han emprendido
Los profesores son otra de las claves. En un buen MBA, los profesores no son académicos que basan su enseñanza en contar teorías de gestión empresarial. Son directivos, inversores, empresarios en activo. Gente que ha montado empresas, que ha dirigido equipos de trabajo, que se ha equivocado y ha sabido reorientar el negocio y que ahora enseña desde la experiencia. Un alumno recién titulado lo resume así en su canal de YouTube: “Aprender de ellos cambia por completo tu forma de entender el mundo empresarial”. Y es que aprender con profesionales experimentados en distintas áreas de un negocio ayuda a anticipar errores, a ver oportunidades donde parece imposible, a mejorar el proceso de toma de decisiones y a entender el entorno con los pies en la tierra.
Por otro lado, los MBA actuales ofrecen una experiencia de aprendizaje con una serie de características que hacen que la formación sea compatible con el horario de trabajo y la vida personal:
• Formato flexible: clases en fines de semana y/o asistencia híbrida (clases presenciales y otras online).
• Metodología orientada a la acción: desarrollo de proyectos de negocio, resolución de retos y simulaciones de ejecución de ideas empresariales en un entorno controlado.
• Red de contactos profesionales: compañeros de MBA con perfiles diversos, masterclass con expertos en temas muy específicos (transformación digital impulsada por inteligencia artificial, blockchain, sostenibilidad, inversión en startups, marketing digital avanzado) y acceso directo a ecosistemas de emprendimiento.
Madrid: donde la formación MBA y el emprendimiento confluyen
Pocas ciudades ofrecen formación de alto nivel y dinamismo emprendedor como lo hace Madrid. la capital concentra cada vez más talento de calidad e inversión vinculados al emprendimiento y creación de empresas. Según explican desde el MBA de la Cámara de Comercio de Madrid: “Eso se nota también en las aulas de los masters MBA. Además, estudiar un MBA permite acceder a una red viva de inversores, aceleradoras, viveros, espacios de coworking y profesionales de todos los sectores”.
Programas como este MBA en Madrid que ha sido elegido durante varios años el mejor programa presencial en la ciudad por PortalMBA, han sabido adaptarse a este entorno. Las clases se imparten los viernes por la tarde y los sábados por la mañana, están centradas en mejorar las habilidades directivas, en la creación y fortalecimiento de los negocios, y reúnen a docentes con perfiles empresariales activos en distintos sectores.
Alejandro González, participante en la última edición, lo explica así: “He podido aplicar lo aprendido desde el primer día en mi empresa. Los profesores y compañeros te ayudan a enfocar, mejorar y crecer. El valor está en lo que haces y cómo lo haces, no solo en lo que aprendes”.
¿Para quién tiene sentido estudiar un MBA?
Más que un título, un buen MBA es una herramienta. Y como toda herramienta, hay que saber cuándo usarla de forma oportuna. Este tipo de formación aporta valor en distintos momentos y facetas:
• Emprendedores que están lanzando su empresa y quieren hacerlo con más visión.
• Empresarios que ya están en marcha, pero necesitan ordenar, escalar o profesionalizar su actividad.
• Profesionales con experiencia que quieren dar el salto al mundo directivo o poner en marcha una nueva propuesta de modelo de negocio.
• Intraemprendedores dentro de grandes compañías, con ganas de liderar y generar cambios al interior de las organizaciones.
Lo que debes saber antes de apostar por un MBA
Antes de decidirte, conviene tener claras algunas claves:
• Compara programas y formatos. Busca opciones centradas en emprendimiento, innovación y conexión con el mercado local y global.
• Consulta becas y ayudas. Muchas escuelas de negocios, como es el caso de la Cámara de Comercio de Madrid, ofrecen descuentos o apoyos para perfiles emprendedores.
• Conversa con antiguos alumnos. Su experiencia puede darte una idea realista del día a día y te anima a dar el siguiente paso.
• Asiste a eventos y jornadas. Los centros de formación suelen organizar actividades que permiten conocer el programa desde dentro.
Emprender con red, visión y criterio
Montar una empresa es una aventura. Pero no tiene por qué hacerse en solitario. Un MBA no sustituye la experiencia, pero la refuerza. Ofrece herramientas, amplía la mirada y conecta con personas que también están construyendo en el mismo camino. Y en ciudades como Madrid, donde el talento fluye y las oportunidades existen, puede ser la pieza que faltaba para que te animes a ser parte de este entorno de continuo crecimiento personal y profesional.