La clásica separación del sistema educativo entre ciencias y humanidades ha perdido sentido en una sociedad como la actual. El mercado demanda profesiones tecnológicas, así es, pero estas quedan vacías si no las dotamos de reflexión crítica y de una visión humanista capaz de entender la complejidad de la sociedad presente.
En este punto de vista coinciden los expertos y expertas a los que hemos preguntado sobre este tema.
AINHOA ZAMORA
Co-Directora del grado LEINN en TeamLabs

En TeamLabs llevamos diez años trabajando y somos conscientes de que, para provocar una transformación profunda en la manera de pensar, y sobre todo en el hacer, debemos generar espacios de experimentación reales, donde el aprendizaje constante sea una palanca clave para el rediseño de lo que hacemos y el aumento de nuestro impacto. Porque esto último para nosotras es clave: si estamos fomentando una cantera de talento joven y empujando la transformación empresarial y social es porque somos conscientes de la urgencia de atajar los grandes retos sociales presentes y futuros.
Ese espacio de experimentación es lo que llamamos laboratorios de aprendizaje radical. Gracias a nuestra experiencia con el Grado universitario LEINN (Liderazgo Emprendedor e Innovación) de la mano de la Universidad de Mondragón, desde el inicio, y ahora junto a nuestro nuevo partner tecnológico Sngular, estamos facilitando y creando laboratorios de aprendizaje radical en otras universidades, empresas y administraciones públicas.
JUAN RIVA DE ALDAMA
CEO y fundador de IMMUNE TECHNOLOGY INSTITUTE

Somos conscientes de que en, en la actualidad, prácticamente nada escapa a la tecnología; tanto a nivel personal como profesional, la tecnología lo inunda todo. Por ello, es crucial que adquiramos las habilidades necesarias para poder afrontar los retos del presente y del futuro con garantías; para que tengamos unas empresas competitivas. Sin embargo, es clave contar con profesionales que no solo sean capaces de adaptarse a la tecnología, sino, sobre todo y más importante, que sean capaces de humanizar la tecnología.
Tenemos que crear referentes en tecnología y a la vez expertos en ser humanos. Es esencial, como hacemos en IMMUNE Technology Institute, desarrollarlo a través de estudios multidisciplinares, colocando las ciencias humanas en el centro de la experiencia de aprendizaje.
A través de la formación en ramas humanísticas y sociales que fomenten una formación basada en áreas como la filosofía, la ética o el desarrollo personal. Áreas que permitirán formar profesionales capaces de trabajar en equipo, profesionales con valores; en definitiva, profesionales capaces de diseñar y desarrollar una tecnología al servicio de la humanidad.
CRISTINA GALLEGO GÓMEZ
Directora del área de innovación y emprendimiento en EAE Business School.

Actualmente, estar conectados se ha convertido en una necesidad para todos nosotros. No solo nos posibilita agilidad para nuestra vida personal, y social. También, es imprescindible para desarrollar de forma adecuada nuestros trabajos, en ocasiones puramente digitales.
La inmediatez se ha tornado necesaria en nuestro estilo de vida, el cual demanda gran disponibilidad de todas nuestras acciones cotidianas. Por ello, la exigencia por la rapidez es una ventaja competitiva para muchos, y el mercado de los operadores móviles necesita estar a la vanguardia para dar respuestas innovadoras a tendencias que van en aumento. Los consumidores, tienen tan asumido la conectividad como cualquier otro servicio básico, en las grandes ciudades principalmente. Sin embargo, el fomento de la digitalización en las pequeñas, es una prioridad para que no exista diferencia entre territorios.
Durante la pandemia, se popularizó el término 5G, sin embargo, llego al mercado a finales de 2018. Desde entonces, las principales operadoras están trabajando en su expansión, ya que abre muchas posibilidades en campos tan en auge como el big data, la inteligencia artificial o el Internet de las Cosas (IoT).
La ventaja principal radica en que el 5G no solo está circunscrito al propio teléfono móvil, también es un gran respaldo para que tecnologías como el IoT sean una realidad y contemos en nuestros hogares y/o automóviles con objetos conectados entre sí. Sin embargo, tendrá que convivir con el 4G, durante al menos una década, ya que materializar toda la infraestructura necesaria, en todos los territorios, no es una tarea trivial.
El usuario de a pie, no debe preocuparse por no tener 5G, aunque sea un gran aliado en el consumo de contenidos en streaming de alta calidad, y en la realidad virtual y aumentada. Sin embargo, lo más revolucionario para la sociedad, es el aumento de posibilidades en grandes proyectos como las Smart cities, tan importantes para llegar a ser eficientes en el uso de nuestros recursos.
GEMA PANADÉS
COO de Esneca Business School

La globalización ha exigido la creación de nuevas formas de acercar la tecnología, sobre todo las relacionadas con la información y la gestión empresarial, a las disciplinas humanísticas y ciencias sociales.
Por una parte, las nuevas tecnologías tienen efectos específicos en la educación, ya que inciden en el desarrollo humano. Gracias a ellas se incrementa la capacidad para codificar, almacenar, procesar y transmitir todo tipo de formación, es decir, están cambiando nuestra forma de obtener conocimientos.
Por lo tanto, es necesario un mayor número de profesionales especializados en humanidades y ciencia que contribuyan al desarrollo tecnológico de la sociedad y que al mismo tiempo cultiven cualidades, como la creatividad y el pensamiento crítico, que son fundamentales para el progreso de sectores en auge como el análisis de datos (big data) y la inteligencia artificial (AI).
MIGUEL GARCÍA-RUBIO
Responsable de Colaboraciones en Start UC3M

En años recientes han surgido grados universitarios que combinan humanidades y sociales con tecnología, no por otra razón que la demanda en el mercado laboral de estos perfiles. Muchos estudiantes, preocupados por su empleabilidad, están eligiendo más que nunca estos grados, lo cual reflejan las notas de corte. Un simple ejemplo es lo que ocurre en la Universidad Carlos III de Madrid: El grado en ADE tuvo una nota de corte de 12,0 y el de Ingeniería Informática de 11,37. Sin embargo, el doble grado de ADE e Informática quedó con un 12,4 de nota de corte. Otros grados similares, como Empresa y Tecnología tuvieron un 12,6 de corte.
Los dobles grados son más largos y más costosos, lo cual lleva a plantearse hasta qué punto es necesario este esfuerzo extra por una formación más completa. ¿Qué alternativas existen? Tal vez la especialización sería mejor opción que la educación multidisciplinar ya que es posible obtener esa formación complementaria fuera del aula. El tiempo y la empleabilidad de estos perfiles dará la respuesta.
CARMEN MAGRO
Profesora en el Máster de Dirección de Centros Educativos en la Universidad Europea de Valencia.

Lo tecnológico y lo humano están en constante proceso de adaptación, lo que hace más necesario que la balanza entre la formación académica y la personal esté equilibrada. Se necesitan pedagogías que ayuden a desarrollar íntegramente al alumno, donde el aprendizaje ya no esté limitado a un espacio y un tiempo.
En este nuevo entorno las “Soft Skills” ocupan un papel primordial: la creatividad, el pensamiento crítico, la capacidad para tomar decisiones…. La sociedad necesita personas muy bien formadas, pero que sean entusiastas, que aprendan de los errores, que sean creativas y con capacidad de aprendizaje para así poder adaptarse a las profesiones que están en constante cambio.
Por tanto, los estudios multidisciplinares pasan a ser una necesidad esencial a la hora de diseñar los planes de estudio, dónde la tarea fundamental sería buscar el equilibrio entre las disciplinas, para formar personas competentes en conocimientos, capaces de conocerse a sí mismas, ser felices y aportar valor a la sociedad.
JOSÉ AGUILAR
Profesor de EOI Escuela de Negocios

En el campo de la Educación Superior, los planes de estudios deben dar respuesta a las necesidades reales de la sociedad en la que van a trabajar los nuevos profesionales formados en los centros de excelencia. La introducción de materias humanísticas en titulaciones de carácter técnico no es una ocurrencia de académicos ajenos al mundo real, sino que es un requerimiento específico y urgente de las empresas e instituciones más avanzadas desde el punto de vista tecnológico. Recuerdo que, en una de las ediciones del Foro de Davos, la directora general del CERN, Fabiola Gianotti, exponía la necesidad de “romper con los silos culturales. Con demasiada frecuencia las personas colocan la ciencia y la humanidad, o la ciencia y las artes, en diferentes silos. Ellos son la máxima expresión de la curiosidad y creatividad de la humanidad”.
Recogiendo esta reflexión, es imprescindible destacar que la tecnología cobra sentido cuando es diseñada por y para el servicio de las personas. Los nuevos retos éticos, la búsqueda holística de nuevas soluciones a los problemas a los que se enfrenta la humanidad, requiere de excelentes técnicos con sensibilidad humanista, y de profesionales de las humanidades formados también con una sólida base científica.
CAMILA POLENSVAIG
Directora del Grado en Emprendimiento y Gestión de Empresas de la Universidad Camilo José Cela (UCJC)

En un mundo cada vez más tecnológico, las habilidades técnicas comienzan a darse por sentado, y la formación prescindiendo de las mismas no es más una opción.
Sin embargo, aunque la tecnología se haya vuelto necesaria para todos los aspectos de la vida, no resuelve problemas por sí misma. Y aunque permite acercarnos y resolver muchos retos del mundo actual, también plantea riesgos y dilemas éticos que son necesarios afrontar.
Son las personas, con conocimientos técnicos pero también humanísticos, las que son capaces de plantear soluciones a problemas reales y contribuir al desarrollo tecnológico de la sociedad, aportando reflexión y pensamiento crítico. Perfiles capacitados para desarrollar tecnología, que a su vez tengan una visión humanista para entender la complejidad de la sociedad que nos rodea.
Se hace por tanto evidente la necesidad de formación que permita combinar las disciplinas humanísticas y sociales con las tecnológicas, para poder aportar una visión multidisciplinar, tanto a la creación de soluciones tecnológicas como al uso de las mismas.
El futuro necesita perfiles transversales y tenemos que darle a los estudiantes la oportunidad de formarse para que puedan llegar a serlo. Serán estos profesionales los que liderarán el camino.
VÍCTOR PADILLA
Decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades. UNIR, Universidad Internacional de la Rioja.

En la sociedad actual, los “departamentos estancos” de conocimiento empiezan a perder sentido. El mercado laboral demanda nuevas profesiones en las que son necesarias conocimientos y competencias más allá de la antigua división de ciencias y letras. Un claro ejemplo de esta permeabilidad es el mundo de las humanidades digitales (HD). Las HD son un área de trabajo e investigación donde están presentes equipos multidisciplinares que aúnan esfuerzos en proyectos de inteligencia artificial (IA), relacionados con lo que tradicionalmente se ha denominado “conocimiento humanístico”. Ejemplos de proyectos en esta línea son, entre otros, análisis de estilometría en textos, obtención de datos en corpus lingüísticos, análisis musical informatizado, extracción y análisis de parámetros en cualquier campo artístico, sistemas de traducción automática, etc.
Disponer de un lenguaje común y de puentes de conocimiento entre disciplinas es hoy absolutamente necesario. Las universidades tenemos el reto de estar atentos y ser capaces de satisfacer estas nuevas necesidades del mercado laboral, con titulaciones que den respuesta a esta creciente demanda. Este tipo de conocimiento holístico será sin duda decisivo en la dirección de proyectos de un mundo digital completamente interconectado.