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Intraemprendimiento: ¿Cómo emprender dentro de tu empresa?

En colaboración con la Universidad Camilo José Cela, que ha lanzado el Grado en Emprendimiento y Gestión de Empresas, iniciamos ‘Aprendes o emprendes’, una serie de contenidos centrados en definir ...

31/08/2020  Ruth PereiroEconomía

Trabajar para una gran corporación no significa tener que dejar plegadas tus alas emprendedoras. Cada vez es mayor el incentivo que ofrecen las grandes empresas para fomentar la creatividad e iniciativa entre sus empleados.

Aunque en España el emprendimiento corporativo o intraemprendimiento lleva pocos años practicándose, y aún son pocas las compañías que lo fomentan, esta es una estupenda fórmula que beneficia a ambas partes ya que, mientras que para las compañías es una forma de estar al día en innovación, para los trabajadores inquietos es un impulso para inventar y crear algo nuevo.

En países como Estados Unidos, el 8% de las personas activas emprenden dentro de su empresa frente al 5% de Europa y el 2% de España, según el II Informe de Emprendimiento Corporativo en España.

Compañías como Google, por ejemplo, permiten que sus empleados dediquen el 20% de su tiempo de trabajo al desarrollo de sus propios proyectos, que la empresa apoya si consideran que son de interés. Así, han cosechado éxitos como Gmail, Google Maps, Adwords o su coche autónomo, todos nacidos de la idea de sus trabajadores.

Se puede hablar de otros casos destacados, como el de Ken Kutaragi, el empleado de Sony que desarrolló el sistema que se convertiría en uno de los productos estrella de la marca: la PlayStation.

El mismo fundador de Virgin, Richard Branson, ha lanzado numerosos negocios a través del intraemprendimiento, como Virgin Airlines, Casinos, un operador móvil o Virgin Galactic.

Bueno para todos

Mientras que para la empresa, movilizar a su propio equipo le proporciona un sinfín de ventajas (innovación, eficiencia, incremento de la productividad, nuevas líneas de negocios, mejora de la imagen…), para los empleados más creativos supone una buena fuente de motivación y el respaldo necesario para desarrollar nuevas ideas.

Si eres de los que perteneces a las personas con iniciativa emprendedora, te preguntarás cómo puedes emprender dentro de tu empresa.

Lo primero que debes saber es que no siempre es un camino fácil. Cada empresa es distinta y, mientras que algunas –cada vez más– ofrecen incentivos y recursos reales –formación, financiación, mentores…– para apoyar el desarrollo de nuevas ideas, otras solo animan al emprendimiento sin ofrecer ningún tipo de ayuda o simplemente, se limitan a asignar recursos puntualmente cuando surge una oportunidad.

Si estás en una de esas empresas que hacen compatible tu empleo habitual con el desarrollo de proyectos, estás de suerte. Algunas, como Telefónica cuentan con un equipo totalmente dedicado al intraemprendimiento, o con personas especializadas en detectar el talento dentro de la empresa –este puede estar latente en cualquiera de sus empleados, a la espera de despertarlo–.

Existen distintos tipos de ayuda que tu empresa puede ofrecer para el intraemprendimiento:

– Eventos concretos, como los encuentros de ideas o retos. Un ejemplo son los hackathones, una especie de maratón de uno o dos días para diseñar soluciones de software.

– Premios o incentivos económicos. Un ejemplo de ello es Ingenia Business, una convocatoria interna de Enagás, en la que a través del formato elevator pitch se seleccionan los mejores proyectos para darles ayuda económica y un periodo de incubación, en el que se alterna el trabajo habitual en la empresa con la elaboración del plan de negocio.

– Formación específica a cargo de expertos de la organización o con personas externas.

– Cesión de recursos o estructuras para el desarrollo de proyectos piloto. Espacios, materiales…

Mentoring a cargo de especialistas, bien de la organización o externos. Es decir, el acompañamiento de un experto que, de forma práctica ofrece el asesoramiento, desafío y aprendizaje necesario para maximizar el talento del emprendedor.

– Inversiones en distintos formatos como los fondos corporate venture capital –que apoya con dinero y asesoramiento a nuevos proyectos –. Un ejemplo, es el Repsol Corporate Venturing.

-Incubación o Aceleradoras internas, que ofrecen recursos materiales y de acompañamiento según la etapa en que se encuentre la iniciativa. Santalucía Impulsa, programa de incubación para empleados, o Mapfre Open Innovation (MOI) son dos ejemplos de ello.

-Crowdsourcing es un modelo estratégico de innovación que se basa en la participación voluntaria de un grupo motivado con todo tipo de habilidades y capaces de generar soluciones a problemas corporativos que exceden las competencias de la propia empresa. Telefónica Talentum LABs es un buen ejemplo de ello.

-Colaboración público-privada. Permite crear ecosistemas de innovación entre empresas, emprendedores e instituciones. Se ha aplicado este modelo, por ejemplo, en el ámbito de la carrera espacial, la secuenciación del ADN o en proyectos como Madrid Mobility Movement (M3), con Ferrovial.

– Redes o plataformas digitales específicas para proponer nuevos proyectos.

Considera el riesgo

Si tienes una buena idea o ganas de emprender y puedes acceder a alguno de estos trampolines, no te lo pienses demasiado. Tan solo ten en cuenta algunos aspectos.

En el caso del intraemprendimiento, lo que pones en riesgo es tu tiempo –tendrás que compaginar tus tareas cotidianas con el proyecto– y en algunos casos, negociar con la empresa otras condiciones económicas, como reducir tu sueldo hasta que la iniciativa salga adelante, o el incentivo que recibirás si éste tiene éxito –es mejor pactarlo después, cuando conozcas su valor real–.

Cuando presentes tu proyecto, hazlo de manera profesional –nada de una conversación junto a la máquina de café–. Asegúrate de que, si la empresa apuesta por ti, te conceda independencia y permita desarrollar tu idea con cierta libertad. Al fin y al cabo, para ellos supone retener talento dentro de su propia empresa, un talento que puede traducirse en fructíferos beneficios para ambas partes.

Emprendimiento, creatividad y espíritu empresarial

El Grado en Emprendimiento y Gestión de Empresas de la UCJC nace para fomentar el emprendimiento, la creatividad y el espíritu empresarial, que permiten incentivar y acelerar el desarrollo de una economía cada vez más competitiva e innovadora.

En el Grado, los estudiantes no son alumnos sino emprendedores y lo práctico prevalece sobre lo teórico. No formarás parte de una clase sino de un equipo y una empresa. No hay lecciones sino aprendizaje y desarrollo de habilidades y competencias. No solo hay profesores, también mentores. Aquí no encontrarás prácticas sino negocios y clientes reales. Aprenderás en aulas y en espacios de innovación. Y en este Grado te puedes equivocar porque se aprende de los errores.

A lo largo de los cuatro años que dura el Grado, desarrollarás, incubarás y acelerarás tu startup, presentando el proyecto, como Trabajo Fin de Grado, ante un tribunal mixto de docentes, inversores y emprendedores de éxito.

Emprender significa desarrollar al máximo tus habilidades profesionales y personales. Porque aprender a emprender, no significa sólo saber crear tu propia empresa, sino saber lanzar y gestionar una nueva compañía o impulsar un proyecto nuevo dentro de una gran corporación.

Emprender es una actitud, una forma de hacer las cosas y de enfrentarse a los retos de hoy en día.