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Anastasia Babatzikis

Head of Marketing en Qualifio

Más allá del destino: el marketing interactivo como motor del viaje moderno

Según esta experta, el futuro del sector viajes no se medirá solo en kilómetros recorridos, sino en experiencias compartidas y memorias creadas.

Más allá del destino: el marketing interactivo como motor del viaje moderno

Viajar siempre ha sido una de las experiencias más enriquecedoras para el ser humano. Nos invita a descubrir lo desconocido, conectar con otras culturas y reinventarnos a nosotros mismos.

Sin embargo, en un mundo digitalizado y en constante cambio, el sector turístico y de los viajes se enfrenta a un reto crucial: cómo transformar cada trayecto del viaje en una vivencia personalizada, interactiva y memorable.

La respuesta no está únicamente en ofrecer destinos más exóticos o servicios más rápidos, sino en replantear la relación con los viajeros.

Hoy, las compañías ya cuentan con fórmulas que les permiten escuchar de forma activa a sus pasajeros, comprender sus expectativas y transformar esa información en experiencias diseñadas casi a medida.

Por ejemplo, el caso de French Bee es ilustrativo. Esta aerolínea supo reconocer que el viaje no comienza en el avión, sino mucho antes: en la primera interacción con la marca.

A través de dinámicas interactivas como cuestionarios personalizados o sorteos digitales, logró establecer un diálogo con los usuarios, generando un doble beneficio.

Por un lado, ofrecía entretenimiento y cercanía; por otro, recogía información valiosa y consentida sobre gustos, intereses y motivaciones de viaje.

Este enfoque abre una puerta enorme al sector. Imaginemos un pasajero que sueña con escapadas culturales a ciudades europeas frente a otro que prefiere destinos de playa para desconectar.

Gracias a estrategias basadas en datos zero-party y first-party, compartidos voluntariamente por los propios usuarios, las aerolíneas y agencias pueden proponer itinerarios, recomendaciones y servicios adicionales que resuenen con la verdadera esencia de cada viajero.

Más allá de la personalización, la interactividad también contribuye a algo esencial en los viajes: la emoción anticipada. Concursos temáticos, juegos online o calendarios de cuenta atrás hacia la fecha del vuelo no son meros recursos lúdicos; son maneras de prolongar la experiencia, de construir un vínculo emocional que empieza mucho antes de embarcar. El viaje se convierte así en una narrativa que atrapa al pasajero desde el primer clic.

No se trata únicamente de marketing, sino de una nueva filosofía de hospitalidad. Al apostar por la transparencia en la gestión de datos y la creatividad en cada interacción digital, el sector se posiciona como un aliado en la construcción de recuerdos.

En este sentido, la automatización también desempeña un papel clave: permite que las marcas reaccionen en tiempo real a las interacciones de sus clientes, ofreciendo respuestas ágiles y coherentes con cada perfil.

El turismo, más que ningún otro sector, tiene la capacidad de emocionar. Cada vuelo, cada reserva, cada interacción es una oportunidad para reforzar el sentimiento de pertenencia a una comunidad global de viajeros.

El reto y la oportunidad residen en aprovechar la interactividad para que el viajero deje de ser un mero consumidor y pase a convertirse en protagonista activo de su experiencia.

En definitiva, el futuro del sector viajes no se medirá solo en kilómetros recorridos, sino en experiencias compartidas y memorias creadas.

La innovación tecnológica, cuando se combina con la sensibilidad humana, nos permite transformar cada trayecto en algo más profundo: un viaje que empieza mucho antes del destino y que permanece mucho después del regreso.

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