Disfrutar de la Buena Vida (así con mayúsculas) no es tan difícil como, a veces, pensamos que puede llegar a ser. Basta con dejarse llevar por un momento, compartir tiempo entre amigos, saborear pequeños placeres, regalarse un estilo de vida algo más relajado…
Con este espíritu “disfrutón” se vive en Málaga, la ciudad de origen de Larios, la ginebra mediterránea que, con más de 150 años de historia, ha estado arraigada desde siempre en la cultura malagueña.
Y, por supuesto, Málaga también es la cuna de uno de los rostros españoles más internacionales: Antonio Banderas. El actor ha llevado el alma de su ciudad por todo el mundo y aunque pudo haber elegido cualquier otro lugar para vivir, ha vuelto a ella para devolverle todo lo que le ha dado y enseñado.
Por todo ello, no puede haber mejor anfitrión que Antonio Banderas para representar la esencia de la Buena Vida como nuevo embajador de Larios.
La colaboración nace con la ilusión de animar al resto del mundo a disfrutar de los pequeños placeres. Es una invitación a dejarse llevar y fluir siguiendo el ritmo natural de Málaga, la ciudad que une a Antonio Banderas y a Larios y que representa a la perfección el significado de la Buena Vida.
Antonio Banderas y Azahara Margon, representante de Larios.
La Buena Vida es compartir tiempo con los amigos
Para celebrar la colaboración, el actor y Azahara Margon, representante de Larios, fueron los anfitriones de una velada muy especial. El encuentro se celebró en la Huerta del Conde, un enclave idílico con vistas a la bahía de Málaga.
En un día tan especial, la familia y los amigos no podían faltar. Algunos de los rostros más conocidos que les acompañaron fueron los malagueños María Esteve y Pablo Puyol, el modelo y actor Jon Kortajarena, la actriz, periodista y presentadora Cayetana Guillén Cuervo y la modelo, actriz y empresaria Laura Sánchez.
El nuevo embajador de Larios celebró la Buena Vida rodeado de amigos como Pablo Puyol, Cayetana Guillén Cuervo, María Esteve, Estrella Morente, Laura Sánchez y Jon Kortajarena.
Por supuesto, la Buena Vida se disfruta a través de los cinco sentidos, así que la música también estuvo presente en esta cita íntima. Como buena amiga de los anfitriones, la granaína Estrella Morente, acudió y sorprendió a todos los invitados con una actuación espontánea de su exquisito cante flamenco.
“Ser malagueño se vive y se contagia. Nuestra manera de vivir forma parte de nosotros y presumimos de ella con ilusión. Y es esa ilusión la que nos ha traído hasta aquí. Como nuevo embajador de Larios me siento orgulloso de formar parte de esta familia y de mostrar nuestra Buena Vida al resto del mundo para que la disfruten. Además, juntos seguiremos aportando riqueza a la vibrante vida cultural de la ciudad, ya sea a través del teatro, de la música o de muchas otras maneras”, afirmaba Antonio Banderas en respuesta a las palabras que Azahara Margon dedicó al actor.
“Antonio ha abierto las puertas de Málaga al mundo, llevando su forma de vida y su esencia por bandera hasta la otra punta del planeta”, afirmó Azahara. “Una esencia que ya es indivisible de la suya propia: una persona auténtica, que sabe vivir la vida sin prisa y disfrutar los pequeños placeres. Por esto, una unión así estaba llamada a cruzarse en el camino, no podríamos tener un embajador que represente mejor el buen vivir malagueño”.
La Buena Vida es reconectar contigo y dejarte llevar
La unión entre Antonio Banderas y Larios es un tributo a la cultura de su tierra. Para ambos es un orgullo apoyar juntos una vez más su difusión, igual que presumir de ella allá donde van. Y ¿a quién le podría extrañar?
Málaga es ese lugar mágico del Mediterráneo, de atardeceres únicos sobre el mar y de carácter abierto que acoge y abraza. Una ciudad de vanguardia que tiene una identidad propia, un legado cultural único, donde de manera natural se vive de manera tranquila y donde se disfruta sin prisa cada instante.
Puede ser un atardecer, una sobremesa con amigos, un plan improvisado… todo ello acompañado del sabor suave, refrescante y lleno de matices de Larios 12 para reconectar contigo y evocar esa sensación de despreocupación y libertad que te hace pensar: “ahhh esto es vida”.
