En Martonela puedes disfrutar del helado en muchas formas diferentes, todas igualmente deliciosas y naturales.
“Con un modelo pionero, Martonela sigue la filosofía del slow-cream, con un producto recién hecho”. Ésta es la carta de presentación que desde la central hacen de un concepto con unos valores que tienen que ver con una “alta rentabilidad de negocio y la fácil gestión de la franquicia”.
Para tejer su red, la cadena busca un perfil de franquiciado “con capacidad de gestión, espíritu emprendedor, capacidad de trabajo, implicación en el negocio y que siga siempre la filosofía de Martonela”. Con el foco puesto en facilitar la inversión, la marca plantea dos modelos de negocio: por un lado, un formato quiosco, con una superficie mínima de 16 metros cuadrados, y, por otro, la modalidad de local, con una superficie de 35 a 150 metros cuadrados.