Pizzería innovadora que combina cien sabores distintos de ingredientes en sus pizzas, brindando a los clientes una amplia gama de opciones y una experiencia culinaria diversa y emocionante.
Esta franquicia tuvo su origen en Badajoz, pero ahora se expande por todo el territorio con un nuevo modelo de negocio, “una carta variada que rompe con la monotemática de la competencia, ofreciendo cien razones para disfrutar con amigos, pareja y familia, y donde la calidad de la materia prima es irrenunciable”, aseguran desde la central.
La enseña busca dos tipos de franquiciados. Por un lado, “un inversor o grupo de inversores capitalistas que delegan la explotación del negocio en manos de una persona cualificada y de confianza con el único objetivo de generar rentabilidades. La edad media de los inversores suele superar los 45 años de edad. Y por otro, “un emprendedor con o sin experiencia en hostelería que trabaja directamente el negocio acompañado principalmente por familiares o amigos. La edad media se encuentra entre 25 y 35 años”.