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¡Qué emprendedores tan listos! Venden una app a los chinos sin conocer el idioma

Hay ventas que parecen muy difíciles, o casi imposibles... Pero que, con audacia, se pueden ganar y conseguir un gran contrato. Aquí tienes un ejemplo.

06/10/2015  Redacción EmprendedoresCasos de éxito

Uppaplication es una herramienta lanzada a finales de 2013 con más de 15.000 afiliados en 62 países con la que cualquiera puede crear su propia aplicación móvil “y vender, tener formularios, hacer reservas y lo que quieran”, explica Víctor Rodado, cofundador de la compañía. Tan fácil es que llegó a seducir a un cliente chino que no tenía ni idea de hablar castellano.

“Era un empresario del sector turístico que quería desarrollar una aplicación para los turistas chinos que visitaban España. Él buscó a través de Google empresas de desarrollo de aplicaciones móviles y nos encontró a nosotros. Supongo que fuimos los que más rápido contestamos. Entonces nos mandaron un email en el que la mitad estaba en chino y la otra mitad en castellano (en una traducción horrorosa de máquina). Nosotros le contestamos en castellano y nos llamaron por teléfono en chino, diciéndonos que tenían una persona que hablaba algo de castellano. Así que nos reunimos con ellos. Fue todo muy caótico, nos entendíamos a través de dibujos, medias interpretaciones… Todo lo que teníamos que tratar (precios, presupuestos, plazos…) lo tuvimos que cerrar a través de un intérprete. Fue una lucha porque no había un orden claro de venta, era un poco complicado porque no había las preguntas básicas del cliente”. Las claves del éxito:

Lenguaje gestual

“Desplegamos una capacidad de persuasión enorme para no perderlo y para ello gesticulamos mucho, utilizando un tono de voz muy tranquilo y mirando siempre a nuestro interlocutor nunca al traductor. Éramos 4 en la reunión: dos de Uppaplication, el cliente y el traductor. Estuvimos reunidos una hora y media y le causó muy buen sensación el esfuerzo, el interés y el afecto que pusimos en la reunión”.

Aprovechando la ventaja competitiva

“A nivel de mercado éramos los más rápidos y los más baratos porque teníamos gran parte del desarrollo ya hecho”. Es lo que comentábamos al principio: segmentar para encontrar el valor añadido de nuestro producto o servicio».

Con el foco en el beneficio del cliente.

«Utilizamos una argumentación muy técnica para explicarle y demostrarle de qué manera le iba a permitir fidelizar a sus clientes y el servicio añadido que va implícito en el servicio».

En el número de noviembre de la revista Emprendedores, ofrecemos un interesante reportaje sobre cómo solucionar una venta difícil, en el que encontrarás otros ejemplos muy llamativos.

Redacción Emprendedores