Luis Hernández y Pepe Domínguez, dos estudiantes de ingeniería informática de la Universidad de Málaga, tenían un problema: querían publicar aplicaciones de software y descargar archivos para Windows y no les gustaban las plataformas que había entonces. Así que montaron la suya y, como vieron que tenía éxito entre sus colegas, optaron por convertirla en una empresa.
“Empezamos a planificar el proyecto en los descansos entre clase y clase y lo pusimos en marcha a finales del 2003”, recuerda Luis Hernández, CEO, “sin dinero, sólo con 200 euros, después de presentarnos a un premio para emprendedores en la universidad, que nos valió para acceder a un despacho en el Parque Tecnológico de Andalucía durante seis meses”.
Once años después, Uptodown es ya el primer portal de descarga de archivos y aplicaciones para móviles en lengua española, un sitio con contenidos legales. Su crecimiento, paulatino durante los primeros años, se ha disparado desde que los dos fundadores decidiesen entrar en el negocio de descargas de apps, en abierta competencia con las dos tiendas de Apple (App Store) y Android (Google Play).
Tal ha sido el éxito de la apertura a los móviles que los usuarios del portal habrán descargado 280 millones de apps y programas (previsión) durante 2014, muy por encima de los 120 millones del año anterior. Lo más llamativo es que, de estas descargas, sólo el 10% se producen en España. El otro 90% tiene lugar en el resto del mundo.
Posicionamiento internacional
Pese a que Uptodown empezó su estrategia de posicionamiento internacional, en 2010, con versiones en lengua local en EE UU, Brasil, Japón, China o Rusia, desde el principio ha tenido mucha audiencia en Latinoamérica. Con el lanzamiento de su versión en árabe, en mayo del año pasado, la web está disponible en 12 idiomas, con lo que cubre el 90% de la población mundial. Otro hecho notable es que, pese a que sus principales mercados, en cuanto a descargas, son México, España y Brasil, el primero por ingresos es EE UU.
A Uptodown.com le benefició, sin duda, ser un portal en español, ya que le permitió cubrir los 500 millones de habitantes de la región sin tener que hacer inversiones especiales. Pero es que el portal se enfocó decisivamente al mercado latinoamericano en español, sobre todo a los desarrolladores locales, algo que le dio mucha notoriedad.
“A pesar de que Estados Unidos lidera la industria con el mayor número de aplicaciones, le damos una especial visibilidad a los desarrolladores españoles y latinoamericanos”, explica Hernández. Su posición en Latinoamérica, donde el portal ha sido colíder durante mucho tiempo, le ha servido para alzarse a la cuarta posición mundial entre las webs de descargas de programas y apps. “Nos procuró la tracción para crecer en EE UU, mercado que fuimos asediando desde otras zonas del mundo”, prosigue.
¿Qué explica la capacidad de crecimiento de este pequeño David empresarial frente a los Goliath de las descargas, las ya citadas Google Play y Apple Store? “La principal razón –reflexiona Luis– se debe a que somos independientes, vertimos opiniones sobre las aplicaciones y tenemos una política más abierta en cuanto a los contenidos”.
Además, asegura el cofundador, “trabajamos prestando especial atención a la accesibilidad, puedes descargar nuestro contenido desde cualquier dispositivo y en cualquier parte del mundo, así como a la facilidad de uso y velocidad del servicio, hasta tres veces más rápido que la competencia”. Algo que atribuye a que “nosotros, al contrario que ellos, estamos completamente centrados en la distribución de aplicaciones y eso nos permite prestarle mayor atención al detalle”.
De hecho, la idea de crear la web surgió justo porque Hernández y Domínguez solían publicar aplicaciones en otros portales como Softonic, en los que detectaron carencias. Desde el inicio, el proyecto (premiado) se centró en simplificar la navegación y facilitar una distribución de software rápida y eficaz para los desarrolladores.
Pero lo que ha disparado el tráfico ha sido su entrada en el mundo de los móviles, en las apps, básicamente en Android, que ha llevado las descargas desde los 10 millones de enero a los 30 millones de septiembre. El desafío que tiene ahora la empresa es que, pese a haber acumulado tan ingente masa de usuarios, visitas y descargas, el portal apenas ha facturado 1,2 millones de euros en 2014. Pese a que la cifra supone un 50% más que los 800.000 euros del 2010, es evidente que aún es modesta para tan alto volumen de tráfico.
“Hasta ahora las cifras de negocio han sido un tema secundario. Lo prioritario es el producto y los usuarios, ser capaces a aportar algo y posicionarnos en el mercado”, explica el CEO. Sobre todo, porque este negocio necesita mucho tráfico. “Si te pagan tres céntimos por un clic, ¡imagínate la cantidad de clics que necesitas!”, advierte.
Uptodown ha disfrutado de una ventaja innegable y que les ha restado presión: ser rentable desde su fundación. “Ni siquiera hemos tenido necesidad de financiación externa –explica Hernández–, y eso nos ha dado tranquilidad para trabajar, centrarnos en lo importante e ir mejorando el producto”.
Durante años, los dos jóvenes sin aspavientos y con gran economía de medios, han ido construyendo la empresa: “Al principio, no teníamos ni plan de negocios. Empezamos a subir contenidos, y la gente los descargaba”. Y se lanzaron casi sin plantilla. El primer año se bastaron ellos dos, con un empleado. Hernández se focalizó en la parte visual de la web y en el desarrollo del negocio, y Domínguez, el CTO, en el desarrollo técnico.
Elstaffde la oficina central de Málaga es de 10 personas. Aparte del CEO y el CTO, hay otras ocho personas que se encargan de la edición, el desarrollo de la web o la coordinación internacional. Fuera de España hay otras 30, distribuidas en equipos de dos o tres, en diversos países, que se ocupan de desarrollar los contenidos y administrar la comunidad en cada uno de los 12 idiomas. Pero, ahora que están cerca de esos 200 millones de descargas, si ha llegado el momento de ampliar el nivel de profesionalización de la empresa para empezar a monetizar esa gigantesca masa de usuarios
LA REVOLUCIÓN DE LOS MÓVILESEn Uptodown, hay un antes y un después marcado por la entrada en las apps para móviles, que ya representan más del 60% del tráfico de la web. “Es una realidad que el mercado móvil sobrepasa al de PC. Mientras que las descargas para ordenadores están estables, en Android nos siguen creciendo un 20% mensual”, asegura Hernández. “Android ha sido una auténtica revolución, sólo esta plataforma cuenta ya con más de 25 millones de descargas al mes en Uptodown.com”. El iPhone de Apple genera menos oportunidades “porque, siendo un sistema tan cerrado, podemos agregar menos valor al usuario, al que mandamos finalmente a la Apple Store”. Esto, dice, ”en mi opinión, es una mala política de Apple que provocará en el largo plazo que los desarrolladores apuesten por Android”.
Programas, Apps, juegos…
Uptodown es básicamente un lugar en el que buscar, descubrir y descargar todo tipo de aplicaciones para Windows, Mac, Android, iPhone, Webapps o Ubuntu y para todo tipo de dispositivos, desde los tradicionales PC con Windows a las tablets y smartphones. Esto, además, de que el usuario encontrará amplia información profesional, opiniones de la propia comunidad y valoraciones sobre los productos. El servicio de descargas en el portal, con unos 25.000 programas y aplicaciones, es gratis. “Nosotros no vendemos apps” aclara Hernández. “Sólo ponemos en contacto los desarrolladores con el usuario final”. Las descargas pueden ser gratis, de prueba (con pago tras un período) o de pago desde el principio. Normalmente, en PC, el porcentaje de programas gratis que se ofrecen en Uptodown es del 80%. En móviles, es más alto porque, básicamente –apunta el CEO– “impera más el modelo fremium, es decir, con pago por prestaciones adicionales”. De hecho, de las 10 primeras descargas por volumen en Uptodown, nueve son gratis y una es una demo. Incluso en este punto, el portal no cobra cualquier comisión. “Nuestros ingresos vienen de la publicidad que otros desarrolladores ponen en la web”, afirma Hernández.
