¿Otra agencia de viajes? ¿Y eso es negocio? ¿Y se puede innovar? Traventia, puesta en marcha en 2013 por Ignacio Guillén, José Juan Ávila y David Robledo, responde de forma afirmativa a todas esas preguntas con un modelo que mezcla la personalización y la paquetización, es decir, pone en la mano de los usuarios el diseño de un viaje.
“Internet permite organizar viajes por tu cuenta y las agencias online, normalmente, se centran en vender el hotel suelto. Pensamos en la posibilidad de que el cliente pudiera contratar el hotel y todas aquellas actividades de ocio que quisiera hacer durante su viaje. Y que pudiera personalizarse su paquete de forma online y de manera muy sencilla. Además, al comprarnos a nosotros el paquete obtiene importantes descuentos, ya que negociamos con los proveedores unas tarifas para empaquetar con grandes descuentos. Imagina que el hotel vale 100 y la entrada 50. Nosotros conseguimos descuentos de hasta el 50%. Después de aplicar nuestra comisión, el cliente aún consigue un descuento importante”, asegura Guillén.
Cuantos más servicios, mejor
Empezaron vendiendo paquetes de esquí flexibles y personalizados. “Hay agencias que venden paquetes cerrados: cinco noches de hotel y cinco días de forfait para todos los viajeros. Nosotros permitimos elegir todo. Por ejemplo, cuatro noches, pero sólo quiero esquiar dos días o uno del grupo quiere viajar pero no esquiar. Permitimos personalizar los paquete de viaje. Y a eso le sumamos la posibilidad de añadir más actividades, como clases de esquí, alquiler de material o actividades après-Ski, etc. Ahora estamos trabajando para incorporar medios de transporte: vuelos, ferry, coches de alquiler. Cuantos más servicios le podamos dar al cliente, más completo será el paquete que pueda configurarse”, explica.
Empezaron con 24.000 euros de recursos propios y en su primera temporada de esquí (de noviembre de 2013 a abril de 2014) vendieron 500.000 de euros. Ese año lo cerraron con una facturación de 1,2 millones de euros. En 2015, llegaron a los 5,8 millones. El año pasado lo cerraron con 10,3 millones de euros de facturación y prevén llegar a los 15 millones este año. “Esperamos estar en break-even en 2018”, prevé Guillén. Operan en España y Portugal y en el segundo semestre abrirán en Francia.