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Vestir a la novia de arriba a abajo

Las necesidades de una novia antes del enlace matrimonial no finalizan con la selección del vestido. Al contrario, una vez elegido éste comienza un recorrido contrarreloj por numerosos establecimientos para ...

31/03/2011  Redacción EmprendedoresCasos de éxito

Las necesidades de una novia antes del enlace matrimonial no finalizan con la selección del vestido. Al contrario, una vez elegido éste comienza un recorrido contrarreloj por numerosos establecimientos para dar con los zapatos más adecuados, pero también con la lencería, el tocado, los guantes, la bisutería o incluso el paraguas.

Para novias el borde de un ataque de nervios, Jordi Anguera creó un nuevo concepto de tienda con la que dar respuesta a estas necesidades, un espacio único que preste un servicio integral en el que puedan encontrarse los distintos complementos necesarios para un día tan señalado.

Aunque Jordi Anguera diseña vestidos de novia desde 1992, la oferta de complementos de los que disponía en su atelier barcelonés no era lo suficientemente amplia como para atender la demanda de todas sus clientas. Por ello, se veía obligado habitualmente a recomendar a la novia según su perfil otros establecimientos de moda en los que adquirir los distintos artículos necesarios para el gran día.

Así es como surgió la idea de poner en marcha en 2005, junto a su socia Montse Fontseca, El Tocador de la Novia, con el fin de cubrir un nicho no explotado.

Oferta para todas
La cadena creada por Jordi Anguera ha roto moldes en el próspero pero complejo mundo de la moda nupcial, convirtiendo en lucrativa la venta de complementos. “Tener zapatos de boda, por ejemplo, no resulta beneficioso para una zapatería. Nosotros hemos conseguido hacerlo rentable ofreciendo en un solo espacio no sólo el zapato, sino la lencería, el tocado, las medias o los guantes y, además, con una amplia gama donde elegir”.

Y es que aunque muchas firmas de moda nupcial han intentado responder a las necesidades de complementos por parte de la novia, resulta difícil encontrar una oferta tan variopinta como la de El Tocador. Por poner un ejemplo, su tienda de Sevilla dispone de unos 120 modelos de zapatos distintos, mientras que en la de Barcelona esa cifra asciende a 200.

“Además de ser un negocio por explotar, el de los complementos para novia sigue siendo un nicho bastante virgen en cuanto a productos. Por eso, todo mi afán es ir a ferias para conocer a creadores nuevos, porque lo que la gente está buscando son novedades. Para diferenciarnos, lo que hacemos en El Tocador es coger modelos de zapato de calle y cubrirlos con rasos y otros tejidos de novia, con lo que surgen colecciones exclusivas que no van a encontrarse en ninguna otra cadena de moda nupcial“, explica Jordi Anguera.

Otra de las peculiaridades de El Tocador está relacionada con su estrategia de precios. Pese a la imagen de exclusividad que pueden proyectar sus establecimientos, éstos no se dirigen a un perfil específico de novia y en ellos pueden adquirirse zapatos desde 50 a 300 euros o tocados desde 5 hasta 450 euros. Como promedio, el tique medio por novia asciende a unos 250 euros, según explica el promotor de la cadena. Su oferta es heterogénea y está formada por artículos multimarca de reconocidas diseñadoras como Jenny Packam o Cherry Chau y por una línea más sobria creada bajo la marca ETN (El Tocador de la Novia), integrada por complementos de la cadena.

Redacción Emprendedores