La nueva normalidad puede traer consigo cambios en la forma de trabajar de los empleados.
En 2003 un brote pandémico sacudió China, y sus habitantes se vieron obligados a un confinamiento forzado. La economía del país asiático se paralizó y, aunque las tecnologías no eran ni muchos menos las actuales, algunas empresas decidieron implantar el teletrabajo durante ese periodo de cuarentena.
Una de ellas fue el gigante tecnológico Alibaba, una compañía que estaba empezando a despuntar y comenzó a producir sus primeras ganancias un año antes, en 2002. El SARS presentó un gran desafío para el incipiente negocio de Jack Ma, ya que el sector manufacturero del país sufrió el cierre de fábricas. Los trabajadores se quedaron en casa y las ventas minoristas también cayeron significativamente, ya que los consumidores estaban reacios a aventurarse a ir a las tiendas.
La principal causa de que Jack Ma decidiera enviar a todo su equipo a casa fue porque un empleado contrajo el virus. Parecía en ese momento que el desastre había golpeado al joven negocio. La cuarentena se produjo justo cuando Alibaba se estaba preparando para lanzar Taobao, un mercado en línea para consumidores que Jack Ma esperaba competir con eBay en China.
Sin embargo, lo que parecía el peor de los casos resultó tener un lado positivo. TaoBao estaba en peligro de no salir a la luz y este modelo de negocio podría suponer (y supuso) el gran realzamiento de la marca. Así, un equipo de aproximadamente media docena de ejecutivos y desarrolladores se refugió en el propio apartamento de Jack Ma en Hangzhou para terminar de construir el sitio web de Taobao, que estaba programado para lanzarse una semana después del comienzo de la cuarentena.
Alibaba lanzó el sitio de Taobao a tiempo, el 10 de mayo de 2003. El brote de SARS llegó a representar el punto de inflexión cuando Internet surgió como un verdadero medio de masas en China. Alibaba se benefició de que Internet se volviera cada vez más necesario para hacer negocios durante la crisis sanitaria, ya que tanto las empresas como los consumidores se vieron obligados a comprar y vender productos en línea.
Al poco tiempo, Alibaba ganó la partida a su competidor Ebay, que justo había entrado en el mercado chino un año antes con una inversión de más 250 millones de dólares para operar en el país. Hoy, Taobao tiene más de 600 millones de usuarios mensuales, y ha convertido a Alibaba en una de las compañías de comercio electrónico más grandes del mundo, con más de 56.000 millones en ingresos anuales.
Pero este éxito no podría haber sido posible sin la ayuda del Gobierno chino. A diferencia de muchos otros negocios, Taobao presume de nunca aceptar dinero del gobierno chino. «Si su empresa necesita dinero del gobierno, es basura», dice Jack Ma. Lo cierto es que esto no es del todo cierto, ya que el gobierno lo ayudó a crear su imperio de una manera más sutil. El gobierno bloqueó a los ciudadanos chinos el acceso a muchos sitios web internacionales. De este modo, YouTube, Google e Instagram se quedaron fuera del alcance de la mayoría de los chinos. Entonces, Jack Ma solo tuvo que vencer a la competencia local.