«La idea de especializarme en viajes de singles (solteros, separados, divorciados y viudos) me la dieron unas amigas solteras, tomando cañas”, recuerda Luis Pineda, fundador del Solteros de Viaje. Era el año 2004. Les hizo caso fue porque tanto los singles como los cruceros estaban de moda. Y en 2006 alquiló todo un barco de cruceros: “Sólo la reserva del barco me supuso una inversión de más de 600.000 euros”. De haber fracasado, hubiera sido la quiebra. Pero fue un éxito. Se apuntaron 600 solteros, el 70% mujeres, en un espectacular crucero por las islas griegas que atrajo la atención de los medios. El día de la salida, todas las cadenas estaban en el muelle junto con los amigos que fueron a despedir a los excursionistas. “Fue una publicidad genial”, reconoce Pineda, que no pone anuncios sino que ha seguido confiando en su buena mano con la prensa para difundir sus viajes. “Ahora no invito a las televisiones porque a los clientes no les gusta, pero si van medios escritos,” aclara.
Solteros de Viajes no se limita a los cruceros por el mar. Organiza también viajes fluviales, por el Duero y los canales de Holanda o escapadas de dos o tres días. Y lo hace montando sus propios viajes (es mayorista), que distribuye a través de una red de agencias colaboradoras, o acudiendo a productos de otros operadores turísticos cuando el número de clientes no alcanza el umbral necesario. “En ese caso, comunicamos al operador que es un viaje de solteros y se organizan las cosas de forma a que se les trate como un grupo específico, con atenciones especiales”.
El 60% de sus ventas procede de los viajes para singles. “En los viajes de nicho la gente no está tan pendiente del precio como en los paquetes a la costa, en los que van a por el precio”, explica Pineda. El año pasado la agencia organizó un viaje de tres días a Marraquesh por 1.200 euros en el que fueron unas 30 personas. “Nadie puso reparos”, comenta el empresario.”Se alojaron en uno de los mejores hoteles de la ciudad, cerré un hammam (baños árabes), les puse un guía local, les paseé en calesa. La gente dijo que fue el mejor viaje de su vida”.
