El equipo antes que la idea. “Los inversores apuestan, sobre todo, por ti. Les gustaba mucho nuestra complementariedad, nuestro bagaje, las experiencias previas que habíamos tenido. De hecho, dos de los que más dinero pusieron en la primera ronda de financiación nos reconocieron, cuatro meses después de darnos su capital, que no habían mirado ni la presentación, ni los números. Habían confiado en nosotros y punto”.
Un proyecto fácil de entender. “Es importante que el negocio sea fácil de explicar y de asimilar. SinDelantal.com se cuenta en una frase: comida a domicilio por Internet. ¿Y cómo sacas el dinero? Cobrando una comisión al restaurante por cada pedido que le consigues. ¿Y cómo se gestionan los pedidos? Con una máquina, que ya les mostramos en la primera reunión. Si te pierdes en explicaciones o aspiraciones intangibles, nadie te entiende. A cada pregunta había una respuesta sencilla y concisa”.
El emprendedor, el primero que se moja. “También facilitó mucho la captación de inversores el que nosotros arriesgábamos todo por el proyecto (ahorros y trabajo) y con dedicación completa. Hay mucho emprendedor a tiempo parcial en España que no acaba de dar ese salto, que no quiere dejar su trabajo hasta que no lo ve del todo seguro”.
Empatizando con el inversor. “Debes dejar de verle como el Gollum que va a querer robarte ‘tu tesoro’. Él también se está jugando su dinero con tu idea, y eres tú el que la va a ejecutar. Has de ponerte en su lugar y plantearle cómo va a poder recuperar su inversión al cabo de dos o tres años. Ponte en su piel”.