WhatsApp pasa por un momento complicado. Tras el anuncio de cambios en su política de privacidad, que implican compartir datos con Facebook, un ejército de usuarios ha decidido abandonar la plataforma y pasarse a Signal y Telegram, dos servicios de mensajería alternativos que ponen en el centro la privacidad de los usuarios y la seguridad de sus chats.
Sin embargo, algunos expertos alertan sobre el uso que hacen de estas aplicaciones los grupos radicales que también son noticia en Estados Unidos en los últimos días por asaltar el Capitolio. “El uso de Signal y Telegram es realmente peligroso. Parece que en este momento están dando la bienvenida a los usuarios que odian y que han sido expulsados de otras plataformas o que se han hecho sentir incómodos en otras plataformas”, comenta Harry Fernández, director de Change The Terms, una organización que combate los discursos de odio en internet.
Así, si sumamos los usuarios que han cambiado WhatsApp por Signal debido a los cambios en la privacidad a los que buscan una plataforma en la que poder evitar la censura a sus mensajes de odio, la cantidad de nuevos usuarios registrados por las apps de mensajería alternativas es abrumadora. En el caso de Telegram, la aplicación recibe 487.000 descargas al día, por las menos de 100.000 que obtenía hace tan solo una semana. Por su parte, Signal supera las 370.000 descargas diarias, aún por encima de las 240.000 que recibe WhatsApp.
En esta ocasión, el cambio de tendencia parece que ha llegado para quedarse. Tanto es así, que Signal ya ha anunciado que contratará a más personal para hacer frente a la alta demanda. En el caso de Telegram, sus grandes datos -han alcanzado los 500 millones de usuarios- también invitan al optimismo. Por eso, cabe preguntarse quiénes son los emprendedores detrás de este éxito tan repentino.
Los emprendedores detrás de Signal y Telegram
En el caso de Signal, el emprendedor detrás de la app de mensajería es nada más y nada menos que Brian Acton, el propio cofundador de WhatsApp. Tras una salida convulsa de Facebook, donde trabajaba después de vender su primera creación, Acton se convirtió en un activista contra el uso de los datos personales que hacen las grandes tecnológicas como Facebook.
Así, el emprendedor montó una organización sin ánimo de lucro, invirtió 50 millones de dólares en Signal, un servicio de mensajería alternativo que pone la privacidad en el centro de la ecuación. Su tecnología ha sido alabada por varias figuras de Silicon Valley, como Jack Dorsey, fundador de Facebook, y personajes relacionados con el espionaje como Edward Snowden, que afirma utilizar esta aplicación todos los días. El último en recomendar Signal ha sido Elon Musk, a raíz de los cambios en la privacidad anunciados por WhatsApp. “Usad Signal”, escribió el CEO de Tesla en su cuenta de Twitter.
Pero Signal no es la única alternativa a WhatsApp que está triunfando en las últimas semanas. Telegram también ha experimentado un crecimiento importante en las últimas semanas, convirtiéndose en la app de mensajería con más descargas diarias del mundo. En su caso, se trata de un emprendedor ruso, Pável Dúrov, quien se encuentra detrás de la aplicación. Y, como en el caso anterior, la privacidad es la seña de identidad de su herramienta.
Tanto es así, que Dúrov tuvo que pasar años intentando descubrir cómo desalojar de la Telegram a los grupos privados que se dedicaban a hablar sobre el ISIS. Esta es la otra cara de la moneda de unas herramientas, Signal y Telegram, que cuentan con unos sistemas de encriptación muy potentes, pensados para que nadie en absoluto, ni siquiera las propias compañías, puedan conocer el contenido de los chats alojados en sus plataformas.
Tanto el fundador de Signal, Brian Acton -2.500 millones de dólares-, como Pável Dúrov -3.800 millones-, ya eran multimillonarios antes del boom que han experimentado sus apps en las últimas semanas. Sin embargo, este nuevo impulso -y el uso que hagan de él- podrían convertirles en los emprendedores del año en 2021, una noticia que no sentaría nada bien en la sede de Facebook, propietaria de WhatsApp.