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Autoescuela de construcción

Alguna vez te has preguntado con cierta aprensión al cruzarte con una excavadora, si el que la maneja sabe lo que hace? Lo cierto es que en la mayoría de ...

29/12/2008  Redacción EmprendedoresCasos de éxito

Alguna vez te has preguntado con cierta aprensión al cruzarte con una excavadora, si el que la maneja sabe lo que hace? Lo cierto es que en la mayoría de los casos no están cualificados y eso es lo que, en gran medida, ha situado al sector de la construcción a la cabeza de la siniestralidad laboral. Precisamente aquí se encuentran las razones que esgrimió el jurado para explicar la concesión a Martan Autoescuela de la Construcción del Premio Emprendedores con Ingenio a la Empresa de Reciente Creación: su apuesta clara por la innovación en la formación y su función social.

La clave, responder a una pregunta básica que se hicieron los promotores, Josetxo, Ana y Cristina Martínez Tanco, sobre el alto índice de siniestralidad laboral en la conducción de maquinaria: ¿por qué no trasladar a las máquinas el sistema de enseñanza que se utiliza en las autoescuelas? Y, sin pensárselo dos veces, se lanzaron a diseñar una cabina que permitiese a profesor y alumno compartir el mismo espacio y los mismos mandos. El resultado: una formación más eficaz y segura. Así nació la cabina biplaza, que ya ha convertido a su empresa en referente mundial en formación innovadora.

En el origen de la idea está la experiencia de uno de sus promotores, Josetxo, como maquinista de la construcción. “Después de llevar varios años trabajando en el sector, comprobó que la alta siniestralidad laboral en el manejo de maquinaria estaba estrechamente relacionada con la escasa cualificación con la que accedían a los puestos los operarios”, recuerda Ana, actual directora gerente de Martan.

Hasta ese momento, la formación se realizaba en la propia obra y el profesor daba las indicaciones desde el suelo mientras el alumno se volvía loco para manejar los mandos de la cabina.

Adaptar la enseñanza
“Lo vimos muy claro: se trataba de trasladar la forma de enseñar en las autoescuelas para camiones y autobuses a la conducción de maquinaria. Era necesario subir al profesor al asiento de al lado. Y eso fue lo que hicimos. Contactamos con un equipo de ingenieros y carroceros, y entre todos adaptamos una cabina de maquinaria de la construcción a la formación”, continúa. Esta cabina biplaza, que ya han patentado, es el gran valor añadido de Martan.

Aunque nació como una autoescuela de la construcción (de hecho esta coletilla se incluye en el nombre de la compañía), con el tiempo han ampliado su campo de actuación hacia otros sectores de similares problemáticas, como el industrial o el agrícola.

“Al final se trata de adaptar la formación a la demanda. Lo que ofrecemos es una mayor cualificación que garantiza un manejo más seguro de la maquinaria, evitando accidentes por desconocimiento o por falta de formación”, explica Ana Martínez. En Martan, la formación práctica se completa con la teórica en maquinaria, hidráulica y gestión de riesgos laborales. Sus clientes son particulares, sindicatos, mutuas con alto nivel formativo, asociaciones profesionales, industrias, institutos agrícolas y administraciones y fundaciones públicas, como la Fundación Laboral de la Construcción, que aglutina al 80% de las empresas de la construcción.

Innovación y expansión
El futuro se define por dos objetivos claros: uno, la expansión nacional e internacional; y el otro, seguir trabajando en innovación y desarrollo. “Ya hemos abierto un centro propio en La Rioja, pero nuestra meta es ampliar el proyecto a todo el territorio nacional a través de franquicias o de asociaciones con socios locales. La fórmula nos es indiferente. Lo que queremos es que la idea se extienda”, insiste Ana Martínez. También se plantean el mercado exterior, gracias al programa PIPE de la Cámara de Comercio, que ya les ha asignado un promotor.

El segundo plan en el que están inmersos es un proyecto conjunto de I+D con el Instituto Tecnológico de Aragón para reforzar la cabina y parametrizar el diseño con el fin de poder comercializarla. La crisis para ellos, “una oportunidad para crear nuevos nichos de mercado, sacar nuevos cursos y fomentar la formación, porque en situaciones como ésta, con un cambio de ciclo, va a ser fundamental la cualificación para diferenciarse en el mercado”.

Redacción Emprendedores