Unos cuatros años tardó Roy Torgersen [en la foto, de pie, 3º por la izda.], capitán de la marina mercante y experto en buques del sector gasístico, en dar forma a su proyecto de drones submarinos Nido Robotics, una de las 50 startups españolas que forman parte de nuestra cuarta ‘Lista Emprendedores’.
“La semilla surgió durante la búsqueda del avión SS Dakota, en 2012, en aguas de Papúa Nueva Guinea, de la que formaba parte de la expedición. Me sentía frustrado por las dificultades y la ineficiencia, buceando en aguas de visibilidad muy cambiante. Durante los descansos, hablaba con el resto del equipo, de lo fantástico que sería tener un vehículo submarino teledirigido (ROV) como los que había en el barco en el que trabajaba normalmente. Aquéllos requerían de una logística y un capital fuera del alcance del equipo de esa expedición», recuerda Torgersen.
Tras la vuelta de la expedición, se puso a buscar opciones en el mercado, sin encontrar nada que encajara con sus recursos. Más adelante, en 2015, «fui a trabajar a una empresa de San Francisco, que había lanzado un producto al mercado que se asemejaba a lo que yo quería tener y un mes más tarde volví a España con un acuerdo de distribución bajo el brazo. Pero, los meses que trabajamos distribuyendo ese producto nos sirvió para ver que no respondía a las necesidades de los clientes con los que hablábamos. Y al final, decidí que debía hacerlo yo».
En 2016, Torgersen decidió fundar Nido Robotics junto a otros tres socios, que meses después abandonarían el proyecto, «y con Enrique González [en la foto, de pie, 4º por la izda.], primero como miembro del equipo técnico inicial y después, socio y director técnico de la compañía”, recuerda Torgersen.
Sus drones submarinos son robots tele-operados, que cuentan con una cámara full HD, que hace streaming de video en tiempo real. “Permiten conocer el estado de las cosas debajo del agua, en profundidades que pueden llegar hasta 300 metros, más allá de lo que llegan los buzos más expertos del mundo. Tienen múltiples aplicaciones en sectores como la acuicultura, el buceo, la investigación científica, la exploración, etc.”, enumera Torgersen.
Las diferencias de sus ROVs con otros del mercado son su fácil manejo, su reducido tamaño y bajo peso, la calidad de sus imágenes, su versatilidad y su precio. “Nuestros vehículos se controlan a través de un mando, muy parecido al de una video consola, por lo que hace que su uso sea muy intuitivo para todo tipo de usuarios. Hasta la fecha, la mayoría de ROVs del mercado son muy grandes y pesados, lo que dificulta su transporte y, en general, hace muy complicado su uso. Contamos con dos modelos: el Sibiu Nano, con un peso de 5 kilos, y el Sibiu Pro, con un peso de 15”.
Para Torgersen, todo este desarrollo le ha servido para ir perfeccionando sus modelos. «Suelo decir que el 2016 fue el año del estudio de mercado. 2017 fue el año de prototipar e iterar, siempre de la mano de clientes que pagaban por lo que les hacíamos. Era todo bastante ad hoc y artesano, pero cada vez el producto era mejor. Debemos mucho de nuestro éxito a esos primeros clientes innovadores o early adopters. En el 2018 lanzamos el Sibiu Nano al mercado a través de una campaña de preventa en la plataforma IndieGoGo, lo que nos permitió darnos a conocer en todo el mundo y de paso vender unos cuantos robots. Además, una de las cosas de las que estoy especialmente orgulloso es que fuimos capaces de entregar todos los robots vendidos en esa campaña en el plazo establecido, algo insólito en el mundo del crowdfunding. Sin lugar a duda, un gran trabajo por parte del equipo».
Una gran competencia
En cuanto a la competencia, Torgersen tiene claro que la robótica subacuática existe desde los años 60, pero solo ha estado al alcance de los sectores oil&gas, militar y algunos pocos adinerados como James Cameron. «En las últimas décadas, han salido algunos fabricantes de mini y micro-rovs, que es nuestro nicho actual, pero todavía son demasiado costosos para la inmensa mayoría de empresas. En España no hay ningún fabricante, y en toda Europa, solo en Noruega existe uno y su orientación es más B2C. La principal competencia viene de EEUU y Canadá, pero en general es un sector bastante atomizado y muy tradicional, listo para que venga una empresa disruptiva como Nido Robotics a hacerse con el mercado. A nivel de producto, estamos convencidos de que tenemos la oferta más versátil y accesible en el mercado global; solemos decir que tenemos el mejor price-performance ratio«.
La compañía ya cuenta con más de 100 clientes de países como España, Canadá, EEUU, Chile, Colombia, Hong Kong, Corea del Sur o Japón, entre otros.
«Empezamos con una inversión propia de 30.000 euros más una póliza de crédito y un contrato de pago a 30 días con el proveedor más importante. En 2017, hicimos una ronda 3F, recibimos un préstamo participativo por parte del Instituto de Fomento de Murcia y algunos premios y subvenciones que conseguimos. En 2018, cerramos una ronda pre-semilla. Y este año ha empezado muy bien: logramos entrar en el ICEX Next, nos adjudicaron un H2020 instrumento pyme fase 1 y entramos en el programa de aceleración europeo RobotUnion, que además de mentores tanto a nivel técnico como a nivel de negocios, nos provée con 124.000 euros de subvención. Y hemos recibido otras subvenciones por parte del Instituto de Fomento de Murcia».
Entre los planes de la compañía, «queremos seguir democratizando el acceso a la tecnología submarina. Este año estamos abriendo filial en Chile, mercado muy importante por la industria salmonera que hay en el sur. Esta filial servirá como nuestro hub logístico para Latam. Además, desarrollaremos una red de partners a nivel internacional, y esperamos sacar dos nuevos productos, quizás tres. Nuestra visión a medio plazo es convertir la empresa en líder mundial de la robótica submarina, y después de eso entrar en otros campos de la robótica. Hasta ahora, hemos sido capaces de llegar muy lejos con poco cash, pero está claro que para cumplir con una visión tan ambiciosa como la nuestra necesitaremos capital, en varias rondas. De momento, tenemos una Serie A en el horizonte temporal más cercano».