El mercadillo lo conocen bien en Fossa Systems, la empresa española que más satélites tiene en órbita. Se trata de una startup capitaneada por el joven de 19 años Julián Fernández especializada en conectividad IoT global para monitorizar activos mediante satélites y nodos.
Lo que ellos desarrollan, fabrican en Madrid y luego lanzan al espacio son picosatélites de 650 gramos de peso. Hasta ahora han lanzado 13 picosatélites y la previsión para 2024 es haber lanzado 80 más. Cuando esto suceda, habrán pasado de facturar el millón de euros que han conseguido durante los últimos 18 meses a facturar entre los 60-120 millones de euros anuales.
Los picosatélites de Fossa System dan 15 vueltas diarias al planeta y circulan en órbita baja– entre 120 y 2000 km sobre la superficie de la Tierra-. Cada vez que quieren lanzar un satélite se ponen en contacto con la empresa de Elon Musk SpaceX y compra la parte proporcional de uno de sus cohetes de 60 millones de dólares para lanzar al espacio. Teniendo en cuenta el pequeño tamaño de los picosatélites, la tarifa que paga Fossa Systems a SpaceX por cada lanzamiento oscila entre los 5.000 o 20.000 euros.
El mercadillo de las misiones ‘Transporter’
Los primeros picosatélites los mandaron a bordo de un Falcon 9 Block 5 en la misión denominada Transporter-3, compartiendo espacio con múltiples satélites de distintas compañías, que en eso se basan las misiones Transporter, capaces de poner en órbita más de 100 satélites a la vez.
SpaceX ofrece periódicamente un vuelo que se lanza desde Florida en uno de sus Falcon 9, dirigido típicamente hacia una órbita sincrónica al Sol, ya que tiene numerosas aplicaciones.
Las misiones ‘Transporter’ aglutinan gran cantidad de satélites pequeños, de diversas nacionalidades, fabricantes, agencias y utilizaciones. Muchos clientes con intención de colocar en órbita estos pequeños satélites -con masas en el rango de pocos cientos de kilogramos, hasta inferiores a uno, en el caso de los PocketQubes- aprovechan la ventaja de compartir los gastos del lanzamiento. Para aquellos que no pueden esperar al lanzamiento de una misión compartida, SpaceX ofrece también lanzamientos específicos.
La liberalización del sector y el abaratamiento de los costes han propiciado la aparición de numerosas empresas que se atreven ya con el sector espacial.
Otra compañía que ha aprovechado recientemente la infraestructura de SpaceX para lanzar al espacio, es la ingeniería vasca Satlantis. La empresa lanzó el pasado 25 de mayo el satélite completo Urdaneta-Armsat1, provisto de dos canales ópticos que aportan cuatro bandas espectrales y la alta resolución de dos metros para planificación agrícola y medioambiental.
La misión que aprovecharon en este caso es la Transporter-5, compartiendo el trayecto con otros 58 satélites con destino a órbita baja
Con un coste aproximado de 67 millones de dólares por lanzamiento, el Falcon 9 es un cohete parcialmente reutilizable que puede poner en órbita baja hasta 22.800 kilos de carga. Ha completado con éxito más de 150 misiones las cuales se organizan, más o menos, cada cuatro meses dentro del denominado programa SmallSat Rideshare de SpaceX.