Taig Mac Carthy, creador del vino azul, es uno de los casos que recoge el popular libro
Taig Mac Carthy tiene una trayectoria curiosa. Empezó en el mundo artístico porque, ya en la adolescencia, lo que quería era dedicarse a componer e interpretar música. Luego pensó que así le iba a resultar difícil ganarse la vida y decidió trasladar su faceta creativa al terreno empresarial, aunque le costó disociar ambos mundos. La prueba es que a la primera empresa que montó le puso nombre de banda de música, South & Roll. Con ésta organizaba estancias y desplazamientos de jóvenes del País Vasco a la ciudad de Granada para sacarse allí el carnet de conducir. Por el mismo precio que pagaban en Bilbao o Donostia por las clases prácticas, podían pasar un mes de vacaciones en El Albaicín y regresar con el permiso.
La iniciativa encajó en el mercado y la noticia se hizo viral, sobre todo en el País Vasco, donde llevaban tiempo quejándose de la carestía de las autoescuelas. Pero como los viajes se organizaban solo en verano, a Taig le sobraba tiempo para seguir con sus estudios de Publicidad y pensar en otras cosas. En busca de inspiración, recurre a una de las lecturas más recomendadas a los emprendedores: ‘La estrategia del Océano azul’, y descubre que es mejor adentrarse en terrenos sin explorar que luchar en un océano rojo repleto de competencia destructiva. En la página 50 o así, el libro recoge el caso de éxito de una empresa australiana que había lanzado un vino llamado Yellow Tail. Tal cual lo leyó, lo anotó Mac Carthy en su libreta y, en homenaje al libro que le proporcionó la idea, decidió crear un vino azul, el origen de la marca Gik Live.
“La idea no tiene ningún mérito porque, además de ser un concepto muy sencillo, no es original», reconoce ahora Mac Carthy. Pero si las excursiones a Granada le procuraron cierta popularidad, la noticia del vino azul que lanzó en 2015 dio la vuelta al mundo, tanto que contactaron con él los profesores W. Chan Kim y Renée Mauborgne, autores de La estrategia del Océano azul, para incluir su caso en una edición revisada. Esto es lo que, a día de hoy, más enorgullece a Mac Carthy de su carrera emprendedora, no los más de cuatro millones de botellas de vino azul que han vendido por todo el mundo ni el interés de la empresa china que terminó adquiriendo la marca en 2019.
Pero también Chan Kim y Renée Mauborgne pueden sentirse orgullos de él porque, desde entonces, Mac Carthy no para de dar muestras de ser uno de sus alumnos más aventajados y el lector que mejor ha asimilado sus enseñanzas.
‘Bombazos’ 3 y 4
El lanzamiento y la gestión de Gik Live lo compaginó con otros proyectos. También orientado a producto, concibió un plato adelgazante capaz de absorber la grasa sobrante de los alimentos recién cocinados. Funda entonces Plato Hola, una empresa que comercializa unos platos de porcelana con un engranaje de orificios de hasta medio diámetro que se beben la grasa. No exento de polémica, también el plato ha dado mucho que hablar en los medios, pero ello no quita para que la startup entrara a formar parte del programa de la aceleradora SoSa Tel Aviv, gracias a la mediación de Zitek, de la UPV/EHU, y la Diputación Foral de Bizkaia.
Otro proyecto en el que aparece involucrado es en Osito&co, también conocida como la empresa de los ositos borrachos dado que comercializan gominolas con alcohol. En este caso se sumó a la iniciativa para apoyar a su amigo Ander Méndez, uno de los cofundadores y partícipe de Plato Hola y en Gik. Las críticas a este proyecto son todavía recientes, no solo por la denuncia interpuesta por la alemana Haribo sino también por el susto que se llevaron algunos políticos nacionales ante la existencia de un producto semejante en el mercado.
A por otros cuatro
Harto de gestionar la logística y pasar todo el día en el almacén, Mac Carthy se ha desvinculado ya del todo de Gik Live y el dinero obtenido por la venta lo está reinvirtiendo en la puesta en marcha de nuevos proyectos que poco o nada tienen que ven con los anteriores. La apuesta actual es mucho más tecnológica.
Uno es Stoor, una solución que pone en contacto a promotores y constructores con arquitectos que se valen de la novedosa metodología BIM y en el que participan ya 928 arquitectos. Otro es Saiki , donde investigadores y desarrolladores han creado un juego que permite analizar los principales rasgos de personalidad, muy recomendable para Recursos Humanos y otras aplicaciones. El tercer proyecto es Legit.Health, donde ofrecen tratamientos para el cuidado de la piel valiéndose de inteligencia artificial. Todavía nos queda un cuarto proyecto, Eywa Space, un Venture Builder que apuesta en exclusiva por startups especializadas en Realidad Aumentada y Realidad Virtual.
“Todo se lo debo a los periodistas”
Aunque todo el mérito de esta frenética actividad emprendedora se lo estemos atribuyendo aquí a Taig Mac Carthy, conviene matizar que nunca acomete un emprendimiento en solitario, pero la lista de socios es tan larga que hemos optado por omitirlos. En el talento de todos los que le han acompañado dice creer a veces más que ellos mismos. “A mi me parece que son unos crak”. Lo otro que reconoce, y aquí damos con otra excepción, es que “todo se lo debo a los periodistas”.
Autor, también, del libro Where is the Dinosaur? (escrito en inglés y todavía sin traducir al castellano), Taig Mac Carthy sostiene una teoría cuanto menos peculiar. Consiste en lo que denomina Dinámicas de Noticiabilidad. “Obtener cobertura mediática no es un arte; es una ciencia”, mantiene. Partiendo de que no todas las historias son de interés periodístico, enseña a los emprendedores cómo captarlo aplicando ciertos criterios de noticiablidad. En líneas generales son estos: que esté relacionado con la actualidad; cercano a casa o local; que exista conflicto; inesperado; con impacto social; y si involucra a personas o instituciones relevantes, mejor.
Aplicando parámetros como éstos y siguiendo una metodología que explica en su libro es como Mac Carthy convierte en noticia cada empresa que crea. De ellas se ha hablado en los medios de comunicación más prestigiosos del mundo sin invertir un euro en publicidad. Ya lo dice él: “el marketing es el precio que se paga por no ser noticiable”. En cuanto a la pregunta que propone a los emprendedores que se planteen siempre es la siguiente: ¿es mi producto lo suficientemente relevante como para estar en las noticias? «La respuesta siempre debe ser sí”.