Edgar Casanovas es un escalador profesional que conoce muy bien el mundo de la escalada, en el que detectó hace unos años una carencia que otros deportes no tenían: la dificultad para trackear y analizar la evolución de los deportistas.
Era evidente que había una oportunidad en desarrollar “lo que ya sería Strava para running o Playtomic para paddel. Aplicaciones en las que puedes estar viendo tu historial y cómo vas mejorando”, explica él mismo al hablar de cómo surge la idea de lo que hoy es Lizcore. “El problema (y el motivo por el que no existía tal cosa) es que en escalada no podemos estar escalando con un móvil en las manos. Había que desarrollar un hardware que pueda realizar el track sin el uso del móvil”, añade.
A partir de ese reto inicial y tras analizar bien el mercado de la escalada indoor, detecta más carencias. “Veo que hay un problema de seguridad en la escalada. Un problema de seguridad que se debe a que se ha popularizado mucho. Es un deporte que está creciendo muy rápido y cada vez hay más accidentes. Y la mayoría de esos accidentes se deben a errores humanos, porque no se han hecho bien el nudo o algo así”, continúa Casanovas.
El resultado es un sistema de seguridad basado en IA y provisto de una pulsera con sensores y cámaras que ayudan a detectar si los usuarios se han puesto bien las sujeciones en los tramos donde por la dificultad es necesario hacerlo. “Si está bien puesto el arnés te dice OK estás bien, en caso contrario, salta una alarma que avisa al escalador y a los responsables del rocódromo”.
Ya con el producto listo para lanzarlo al mercado, empieza a contactar con rocódromos, sus principales clientes, y se da de bruces con otra falla del mercado: la falta de un producto específico para gestionarlos.
“Al hablar con los rocódromos me di cuenta de que el sistema que tienen de CRM, de SaaS, está extraído de un gimnasio, y la escalada es un deporte totalmente diferente. Como ya teníamos todos los datos del tracking y del sistema de seguridad, empezamos paralelamente a desarrollar un SaaS para que el rocódromo tenga en una sola plataforma todos los datos de lo que está pasando en sus instalaciones«.
«Al final acabamos teniendo cuatro productos: LizcoreGymOS (el SaaS para rocódromos), el hardware (las pulseras) que están trackeando al usuario, una aplicación para que el usuario pueda ver todo lo que ha hecho y el dispositivo de seguridad que se coloca en las rutas que se tienen que controlar dentro del rocódromo”, añade el CEO de Lizcore.
De lo rocódromos a la escala en roca
Tenían ya la respuesta a todas las necesidades del sector y lanzan la empresa en 2022 con vocación de hacerse internacionales desde el principio: España, Alemania, Finlandia, Polonia, México, Alaska, Canadá, EEUU… Han ideado una tecnología que es necesaria en todo el mundo, tienen motivos para ser ambiciosos.
Pero una vez más el camino hacia la comercialización les abre puertas a nuevas oportunidades. Dos años después de constituir la empresa y en pleno desarrollo de prototipos para la escalada indoor su presencia en Mobile World Congress de 2024 le permite dar con socios comerciales para llevar su tecnología a la escalada en roca.
La primera de esas puertas es un acuerdo de colaboración con Garmin. “Ellos tenían un sistema para el mundo de la escalada en uno de sus modelos, pero no les gustaba porque era muy manual. Y nos ofrecen entrar en su base de datos para vincular sus análisis deportivos con nuestro sistema de seguridad y track. Ahora mismo nuestra aplicación está en los relojes Garmin, en los que puedes ver al acabar la ruta si has hecho una ruta de nivel 6, las pulsaciones, la falta o no de oxígeno, el estrés que te ha supuesto la ruta…”, explica Edgar Casanovas.
La segunda, la ropa de escalada. “La marca de ropa Jeanstrack quiere incorporar el chip a sus prendas. Van a lanzar una línea que lo lleva incorporado”, añade.
Lizcore en el mundo
Ahora su objetivo es vender sus productos a los rocódromos para mejorar su gestión y sus sistemas de seguridad y los chips a las marcas de ropa de escalada. Están en conversaciones con rocódromos de toda Europa y Norteamérica y creen firmemente que vender fuera ayuda a vender en España y no al revés.
“En el mercado español somos muy conservadores y nos cuesta aceptar tecnologías nuevas. En cambio, en mercados como el de EEUU resulta muy fácil entender que las cosas se mueven a la gestión de datos. Además, uno de nuestros inversores es el propietario de Perfect Descent, una de las marcas más importantes de los sistemas autobelay de escalada de todo el mundo y nos dijo que fuéramos directamente a su mercado, Norteamérica. Varios inversores nos dijeron que, estratégicamente, cuando el mercado americano, el alemán o el francés entiendan y acepten esta tecnología, el español irá detrás. El mercado español es más lento de convencer”, asegura.
Como en toda innovación hay que moverse rápido para frenar a la competencia. “Cuando nosotros lanzamos no había nadie haciendo esto, pero en 2024 hemos encontrado dos empresas que quieren hacer lo mismo, aunque ellos todavía están con prototipajes”.
Para conseguir esos objetivos, han contado hasta ahora con la financiación de Family & Friends, escaladores, business angels, dos marcas deportivas del mundo de la escalada (una española y una norteamericana) y la aceleradora Startup White.
“Hemos cerrado una ronda pre-seed de 400.000 euros, un ENISA y un PADI de la Unión Europea para que desarrolláramos el producto de seguridad para rocódromos”.