Considera Carles Torrecilla, profesor de ESADE, que la mayor dificultad consiste en difundir el negocio de manera adecuada. “En una primera fase hay que transmitir a los ciudadanos que lo que se ofrece no son apuestas, sino un juego y un divertimento”. Y en este empeño, precisamente, se encuentran tanto Sportium como Victoria. No le parece acertada la decisión de abrir puntos de venta en bingos o salones recreativos. “Su presencia en este tipo de centros aleja al negocio de su esencia, que no es otra que hacer pasar un buen rato a la gente, sin que el dinero sea lo más importante”. También piensa que el espacio natural para la actividad es Internet.