Eran finales de los 80 y la industria del electrodoméstico había conseguido llegar a todas las casas. Uno de aquellos días, James Dyson pasaba la aspiradora en su casa y el aparato pareció estropearse: sumado al ensordecedor ruido, no tenía la capacidad de succión habitual. Pero, en lugar de llevarla a un taller o cambiarla por una nueva, el emprendedor se propuso averiguar el motivo y arreglarlo por sí mismo.
La rotura de su aspiradora, sumada a una visita reciente de Dyson a una fábrica que trabajaba separando las partículas del aire mediante fuerzas centrífugas, dieron al británico la idea definitiva para lanzarse a emprender este mercado. Pero los inicios no fueron fáciles: cinco años y 5.000 prototipos fracasados tardó James Dyson en lanzar su primera versión, en 1993, que también tardó lo suyo en triunfar en el mercado.
El resto es historia. Casi 30 años después, James Dyson ha conseguido crear un imperio de 7.000 trabajadores en 60 países. Además de aspiradoras, las más conocidas del mundo, su empresa también fabrica secadores de pelo, ventiladores o deshumidificadores. Todo ello permite facturar a la compañía más de 5.000 millones de euros cada año, convirtiéndose en una de las empresas más punteras del sector en todo el mundo.
Estos resultados, por supuesto, también han convertido a James Dyson en uno de los emprendedores más ricos de Reino Unido y del mundo. Su fortuna alcanza los 9.700 millones de dólares en 2021. Y, a pesar de tener 73 años, sigue trabajando de forma intensa en la planificación de su compañía.
La innovación, clave para Dyson
Uno de los aspectos fundamentales que han llevado a Dyson a mantener el liderazgo de un segmento como este durante casi tres décadas es la innovación. El emprendedor siempre se ha situado a la vanguardia, y ha invertido grandes cantidades de dinero en desarrollar nuevos productos que se sitúen por encima de la competencia.
En este sentido, hace apenas unos años, Dyson dio un impulso definitivo a la compañía, trasladando su sede a Singapur y creando un centro de I+D dotado con casi 300 millones de euros, en el que emplea a 3.000 ingenieros que buscan marcar la diferencia en el mercado del pequeño electrodoméstico.
Pero no es el único sector donde el emprendedor quiere triunfar. En 2018, anunció que intentaría hacer la competencia a Tesla en el mercado asiático, lanzando su propio vehículo eléctrico. La fecha del estreno estaba prevista para 2021, pero apenas unos meses después de comenzar el proyecto, se canceló debido a los elevados costes. Sin embargo, atendiendo a la capacidad de trabajo de James Dyson, Elon Musk debería seguir preocupado…
James Dyson: la persona detrás del mito
Como muchos de los emprendedores más exitosos, James Dyson ha estado en numerosas ocasiones en el centro del fuego mediático, protagonizando algunos episodios polémicos. El empresario fue un firme defensor del Brexit, y fue nombrado caballero del Imperio Británico en 2006.
Las cualidades que más destacan de Dyson son la meticulosidad y la perseverancia, así como una capacidad de trabajo que le llevó a hacer turnos de noche en una gasolinera mientras trataba de dar con la tecla para diseñar su primera aspiradora, a principios de los años 90.
Famosas han sido sus guerras contra la competencia, que a menudo han denunciado su productos -basándose en informes de seguridad encargados por ellos mismos- o, directamente, han copiado la tecnología de Dyson. “Se ha impuesto esa práctica de, en lugar de crear tu propia tecnología, modelos y diseños, esperar, ver lo que tiene éxito y entonces copiarlo. Nosotros seguimos inventando y creando para seguir a la cabeza», afirmaba en una reciente entrevista.
Por último, como muchos milmillonarios, dona una parte de su fortuna. El último acto en este sentido ha sido la donación de 5.000 respiradores para tratar a pacientes con coronavirus. Los aparatos fueron diseñados por su compañía, que recibió un encargo de 10.000 por parte del Gobierno de Reino Unido durante el principio de la crisis sanitaria que ha mantenido al mundo en jaque durante el último año.