Ataviado con una camiseta de Mazinger Z y con cierto aire de adolescente travieso, nadie diría que Didac Lee dirige un grupo de empresas tecnológicas que son la envidia del sector en España y menos aún que el IESE lo incluyó hace unos meses en el ránking de los 20 emprendedores más influyentes del país. Y es que, al menos aparentemente, todo en él es un alarde de humildad, una cualidad que considera clave para el triunfo empresarial. De hecho, en las nuevas instalaciones barcelonesas de Inspirit Labs, la incubadora de negocios del grupo Inspirit, Didac Lee se disculpa repetidamente con su equipo por ocupar una sala que no había reservado previamente e interrumpe la conversación siempre que hace falta para atender la centralita cuando el teléfono de la empresa suena de forma insistente y nadie lo coge. Todo ello como si fuera el último en llegar a la compañía.
Hijo de taiwaneses instalados en la localidad de Figueras, Didac Lee se convirtió con 21 años en franquiciado del grupo Intercom, en Girona, tras pedir un crédito de 18.000 euros al banco. Desmotivado con los estudios de Ingeniería, que completó pese a que no le permitían dar rienda suelta a su vocación de innovador, conoció a los hermanos González Barros, lo que fue muy determinante para él en su desarrollo empresarial futuro. “Hay un proverbio chino que dice que cuando eres bajito te subes a los lomos de alguien más alto y así tú consigues ser más alto. Eso es lo que yo hice”, señala.
VOLAR SOLO
La alianza con el grupo Intercom, dedicada inicialmente al desarrollo de conexiones a Internet, duró apenas tres años, los justos para que Didac Lee se diera cuenta de que lo que realmente deseaba era volar por su cuenta.
A partir de ese momento, el afán de Didac Lee por innovar adquiere su máxima expresión. Comienza a invertir los beneficios que obtiene de su actividad en nuevos proyectos de negocio que va lanzando al mercado de forma regular. Es así como nace Scubastore, hoy convertida en Tradeinn –de la que sigue siendo accionista pese a no estar integrada en Inspirit–, una red de tiendas online de material deportivo con más de 12.000 referencias y 80.000 clientes a lo largo y ancho de 220 países.
“La gestión de la empresa no me atrae, ya que en realidad, desde siempre, me he considerado un emprendedor innovador. La gente me pregunta que cómo es posible que tenga tantas empresas y esté aquí tan tranquilo sin implicarme en su gestión. Consiste en asociarse correctamente. De hecho, asociarte es todo un arte, encontrar los socios adecuados es algo complicado, pero si se hace bien, te da mucha tranquilidad”.
ERRORES DE LOS QUE APRENDER
Aunque no todo en la trayectoria de Didac Lee ha sido un camino de rosas. En plena crisis de las puntocom quiso poner en marcha, con la financiación de GVC, una especie de Gmail con Intranet que fracasó de forma estrepitosa en un momento en que el correo electrónico no estaba tan en boga como hoy y la ADSL se encontraba aún en mantillas.
“La primera lección que extraje de todo aquello es que conviene ir un poco por delante de tus competidores, pero no demasiado. Con el tiempo, Gmail nos ha demostrado que teníamos razón, aunque no acertamos con el momento de llevarlo a cabo”, afirma Didac Lee. La segunda, “que, por muy innovador que seas, la clave de todo está en que el producto se venda”.
Lee también tiene muy claro que no volverá a emprender nunca un proyecto que no sepa explicar claramente a su madre. “Es lo que yo llamo el método PCM (Prueba Con Mamá). La idea surgió porque un día vino mi madre quejándose de la cantidad de spam que recibía en su correo electrónico. Hablé con los técnicos y vimos que no había soluciones asequibles, todo se hacía en Estados Unidos, era caro y difícil de implantar. Así que ideamos un sistema de seguridad basado en cloud computing”.
Fue así como Didac Lee puso en marcha Spamina, una empresa cuyas soluciones de seguridad para el e-mail han derrotado a las de Google en más de un concurso internacional.
EMPRESAS SIN FRONTERAS
Inspirit no sería lo mismo sin la visión global que tiene el propio Lee de los negocios, lo que le ha permitido tejer un grupo que cuenta con 245 trabajadores repartidos entre Girona, Barcelona, Madrid, Buenos Aires y Silicon Valley.
El modelo que sigue el grupo es el de diseñar en Barcelona, fabricar en Argentina y comercializar sus productos por todo el mundo. “En cuanto a California, no es imperativo estar allí. Pero si desarrollas tecnologías para todo el mundo cuyo denominador común es que se pueden globalizar, o bien tú vas allá o serán tus cometidores los que vengan aquí. Y no hay nada peor que ellos sean tu competidores y tú no”.
NUEVAS IDEAS
En los últimos años, las nuevas ideas de negocio de este emprendedor catalán de origen taiwanés se han plasmado en realidades empresariales como Zyncro, un proyecto con el que planea conquistar Japón y que incorpora el concepto de Facebook a la empresa con el fin de mejorar la comunicación interna. Además, ha puesto en marcha Matrix, plataforma inteligente de SEO que triunfa en EE UU y que permite calcular con base científica la solución exacta para posicionar la web de una empresa, gracias a un sistema basado en el aprendizaje continuo de los sites de la competencia.
Asociado desde hace tres años con la familia Carulla, propietaria de Agrolimen, Didac Lee se ha marcado como objetivo potenciar la actividad de Inspirit Labs como aceleradora de startups hasta llegar a crear unas cuatro empresas por año. “El modelo es crear varias compañías, lanzarlas y asociarme con otras personas que asuman la gestión”, añade.
INTEGRARSE POR EL FÚTBOL
Culé hasta la médula, Didac Lee cuenta que el fútbol le ha ayudado muchísimo a integrarse en un entorno social en el que él era diferente. Transcurridos los años, conoció al actual presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, que lo ha integrado en la junta directiva. En el club catalán dirige la estrategia en Internet, el comercio electrónico y la comunicación con los socios.
Pese a todos los rumores, niega que su objetivo último sea el de llegar a presidir el club de sus sueños: “De momento, con ser directivo es suficiente”. Además, ¿te imaginas a un presidente del Barça con una camiseta de Mazinger Z?”.