El mercado de la distribución está dominado por grandes operadores, como Mercadona, Eroski, Carrefour… En este contexto, hacerse un hueco desde cero es una tarea complicada, aunque no imposible. Es el caso de Family Cash, una compañía que ha pasado de tener un bazar en un pueblo de Valencia a facturar 297 millones de euros al año en apenas ocho años.
Mucho tiene que ver Carlos Canet en el éxito de Family Cash, lo que le ha valido para ganar el premio nacional Joven Empresario. Según cuenta en El País, la compañía nace en 2013 “buscando un cash familiar”. En este sentido, el padre de Canet es el presidente de la compañía, su madre es la encargada de recursos humanos y su hermano trabaja como responsable de logística. Todo ello, sustentado en un pacto de socios que garantiza que la empresa siga en manos de la familia.
El primer establecimiento de Family Cash se ubicó en Xàtiva, una localidad de Valencia, donde los Canet eligieron un local de 5.000 metros cuadrados para ofrecer un modelo de negocio a medio camino entre el hipermercado y la tienda de proximidad, siempre con una política de precios bajos. “Intentamos ofrecer siempre precios competitivos, con muchas referencias, entre las que están las marcas blancas. La gente reconoce y valora además nuestro producto fresco y, para una tienda más de carga que de proximidad, eso es todo un éxito”, explica en El País.
Tal y como reconoce el director de expansión de Family Cash, aquella tienda se quedó pronto pequeña, y decidieron mudarse a las afueras de la localidad. El éxito cosechado en su primera incursión también fue el motor que impulsó la expansión de la cadena. Ocho años después de su fundación, cuentan con 30 tiendas repartidas en 10 provincias españolas, y emplean a 3.000 personas.
¿Cómo ha logrado Family Cash pasar de tienda familiar a facturar 297 millones?
A pesar del éxito cosechado en Xàtiva, hacer crecer un negocio familiar en el sector de la alimentación y la distribución es una tarea complicada. La competencia es grande, y el mercado está dominado por grandes cadenas multinacionales que cuentan con muchos más recursos.
Sin embargo, la familia Canet consiguió encontrar un hueco donde los grandes actores de la industria no habían entrado. Para crecer, optaron por comprar 16 supermercados Eroski, que más tarde vendieron al fondo francés Corum por 33 millones de euros, una cantidad que utilizaron para financiar una expansión rápida de Family Cash en la Comunidad Valenciana y Andalucía, donde hace poco han abierto su última unidad.
Este año esperan alcanzar los 700 millones de euros facturados y abrir entre 20 y 30 tiendas. Para ello, están trabajando en la creación de una plataforma logística y preparan el lanzamiento de una marca paralela, Family Home, donde venderán menaje y textil con un modelo de tienda más pequeño.
Todo, gracias a la facilidad que da tener unos resultados consolidados, algo para lo que en Family Cash han tenido que trabajar duro. “Cuando empezamos no nos atendía ni el de la oficina del pueblo. Emprender en este país es prácticamente imposible porque por muy buena idea que tengas, alguien se la tiene que creer primero y apoyarla. Y acceder a los recursos económicos no es fácil”, reflexiona el emprendedor, de 28 años.