Amancio Ortega, Juan Roig… Son nombres de grandes emprendedores españoles conocidos por todos. Sin embargo, existen otras familias casi desconocidas para el gran público que han conseguido levantar negocios millonarios sin hacer ruido. Es el caso de los Gallego, el clan que dirige Migasa, la empresa familiar que es líder mundial de la venta de aceite de oliva.
Los comienzos de esta empresa familiar de éxito se remontan a la década de 1940, cuando Miguel Gallego y Dolores Jurado, un matrimonio extremeño, decidieron abandonar su pueblo para mudarse a Sevilla y poner en marcha una empresa dedicada al aceite de oliva. El proyecto fue heredado más tarde por sus cuatro hijos, que todavía hoy controlan el negocio familiar.
Unos 80 años después de su fundación, las cifras de Migasa hablan por sí solas. Cada año, venden 250.000 toneladas de aceite de oliva y otras 230.000 de semillas de olivo. En total, su facturación anual supera los 1.000 millones de euros, lo que convierte a la empresa familiar en el mayor vendedor de este producto en todo el mundo. Del total de la producción, más de la mitad del aceite de oliva se vende en el extranjero, con clientes en más de 100 países.
La historia de éxito de Migasa, paso a paso
En sus ocho décadas de trayectoria, el crecimiento de Migasa siempre se ha desarrollado paso a paso. Miguel Gallego comenzó comprando una pequeña fábrica de aceites y jabones en Torreblanca, a la que se sumó otra refinería en la década de 1950. Hoy, la empresa familiar cuenta con 19 plantas industriales, y es proveedor de los grandes envasadores españoles, italianos y portugueses.

“Había muchos pequeños envasadores en todos los pueblos de las zonas olivareras y poco a poco iban cerrando, con lo que nos íbamos quedando sin muchos clientes de toda la vida. En ese contexto, optamos por dar un giro y aumentar las operaciones con el aceite envasado con marcas nuestras y con otras a partir de acuerdos”, recuerda Antonio Gallego, hijo del fundador y director general adjunto de Migasa, en un reportaje de El País.
Aprovechar la oportunidad siempre ha sido una de las señas de identidad de la empresa familiar. En este sentido, aprovecharon el mal momento de Ybarra en 2009 para hacerse con el 50% de la sociedad y comercializar el aceite de oliva envasado bajo su marca. También son propietarios de La Masía, una empresa que compraron a Unilever en 2001 para convertirse en la primera compañía aceitera del país.
Todo ello, desde una buena relación entre todos los miembros de la familia, algo poco común en otras sagas de emprendedores, donde las guerras internas suelen ser un importante freno al crecimiento. Quizás por eso, los Gallego son una de las familias de emprendedores de éxito más desconocidas de España.
Un modelo de negocio basado en la trazabilidad
Las grandes cifras de venta de Migasa se suman al espíritu innovador alrededor de la industria del aceite de oliva que la empresa familiar sigue desarrollando este 2023. Así, en colaboración con la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y la empresa tecnológica Wealize, acaban de obtener 500.000 euros de financiación por parte del Ministerio de Agricultura para desarrollar un proyecto relacionado con la trazabilidad del aceite español.
Así, el proyecto «pretende dejar constancia de todas las operaciones de la producción del aceite de oliva virgen extra, de tal forma que los clientes puedan tener la garantía del origen y las calidades de lo que compran y consumen, algo que es clave para poner en valor la calidad de nuestro aceite frente al de otros países», ha explicado la subdelegada del Gobierno de España en Jaén, Catalina Madueño, tras el anuncio.
Así, Migasa sigue trabajando para elevar la categoría del aceite de oliva española en todo el mundo, una cuestión que ya llevan tiempo desarrollando, teniendo en cuenta las cifras de ventas y el reconocimiento internacional que una empresa familiar tan desconocida en su propio territorio está cosechando en el extranjero durante los últimos años…
La empresa familiar española, reconocida en todo el mundo
Dentro de las primeras ligas de los emprendedores en todo el mundo, la empresa familiar española cuenta con varios representantes de peso. Así lo demuestra la lista de las 100 compañías familiares más grandes del mundo, elaborada por la consultora EY y la Universidad de St. Gallen.
Así, la primera de ellas es Inditex, el gigante textil fundado por Amancio Ortega que ha heredado Marta Ortega, garantizando el legado familiar. Mercadona es otra de las grandes empresas familiares del mundo. Fundada por Juan Roig en 1981, la compañía de alimentación cuenta con más de 1.600 supermercados repartidos entre España y Portugal.
En la lista también está presente El Corte Inglés, que, a pesar de no estar pasando por su mejor momento, es uno de los máximos exponentes de la calidad de la empresa familiar española y su proyección en el mundo.