¿Qué ocurre si un día te despiertas cuestionándote si eres feliz? En el caso de Carlos Delgado, que montas nada menos que una escuela de negocios. “Era 2011. Llevaba cuatro años como directivo en una gran empresa internacional de alta tecnología y con más de 150 personas a mi cargo. Y empecé a preguntarme si el éxito que aparentemente había alcanzado tenía sentido y si me hacía feliz. Estábamos en plena crisis y cuando compartía mis dudas con otras personas, nadie lo entendía. Pero yo seguía sintiendo que aquello no me llenaba y me di cuenta de que la única vía real para salir de esa encrucijada era el emprendimiento”.
Por su experiencia como alto directivo tenía acceso a un nivel empresarial muy alto y comprendió que la manera en que las grandes empresas hacían negocio no tenía nada que ver con cómo lo hacían las pequeñas y que eso se convertía en un verdadero lastre para estas últimas. “Así que empecé a pensar en un sistema de transformación que tradujese lo que hacen las grandes a un lenguaje que pudiesen entender las pequeñas. No era una cuestión de conocimientos sino también de habilidades. Y desarrollé un sistema de formación y de pautas para que todo el mundo pueda utilizar en el negocio y que, además, te permita crecer como persona y como líder”.
Aprender de las grandes
Cree que las pequeñas deben aprender de las grandes en dos puntos:
La experiencia del cliente. “La pequeña se enfoca casi exclusivamente en el producto/servicio, cuando la realidad es que el éxito lo determina la experiencia con el producto/servicio, incluso aunque el producto no sea bueno. Ikea o McDonalds ofrecen una gran experiencia al usuario, independientemente de su producto”.
La estrategia empresarial. “A menudo no saben a dónde quieren ir y es necesario ponerse un objetivo. Aunque seas un freelance tu proyecto debe tener un carácter empresarial y una estrategia de crecimiento para hacer que sea rentable. La clave del éxito no está en la formación técnica en tu área de negocio sino en saber cómo darle forma de negocio a tu idea: darle una imagen, hacerlo atractivo, captar clientes, fidelizarlos…”.
Líneas de formación
De ahí que en Level UP Desarrollo haya dos líneas de formación, la empresarial y la de liderazgo, que se estructuran en tres niveles que son obligatorios. “El primero es muy accesible tanto en tiempo como en dinero. El objetivo es que con ese nivel el cliente vea si tiene sentido para él y si lo puede poner en práctica. Si es así, sigue avanzando en los otros dos niveles. Son sucesivos, de manera que nadie puede acceder al nivel 3 sin haber completado el 1”.
Desarrolló el método entre el 2012 y el 2015. Desde entonces a sus cursos han asistido 15.000 personas y cuenta en su haber con más de 7.000 empresas formadas. Varias son las claves sobre las que sustenta su sistema:
Sin cambio no se aprende. “Reducimos la información al máximo. La idea es transmitir sólo aquello que la gente realmente puede llevar a la práctica, de manera que, si no hay cambio real , no ha habido aprendizaje. Es una mezcla de aprendizaje y motivación: creamos un contexto para que haya deseo de cambio. Durante la formación estamos haciendo ejercicios y les hacemos ver que esos ejercicios tienen sentido para ellos”.
A cada uno, según su necesidad. “El curso lo aplica cada uno a lo suyo, a su realidad. Se llevan el contenido, tanto teórico como práctico, que es importante para su empresa”.
Aprendizaje acelerado. “Toda la metodología está destinada a provocar un aprendizaje consciente e inconsciente”.
En su opinión, los pequeños empresarios fracasan por estas razones:
Los entornos. “El emprendedor que se rodea de mediocridad, termina mediocre. El entorno no te ayuda a pensar en grande”.
El corto plazo. “Si quieres que tu empresa llegue a un determinado nivel en el 2020, empieza a planificarlo ahora”.
Eliminar estos obstáculos y trabajar con uno mismo , son las claves para el éxito. “La prueba de que todo esto es real es que hay miles de empresas que han conseguido resultados 5 o 10 veces más grandes con nosotros”. Y así lo ha reflejado en su libro El despertar de la Pyme, donde muestra cómo se puede dar el cambio a través de casos reales de otros emprendedores. “Nuestro lema, escuela de negocio, fábrica de resultados. Y eso es lo que ofrecemos” .
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