El conglomerado de empresas de Elon Musk abarca una amplia variedad de sectores. Tesla, SpaceX, Starlink… Y Neuralink, una compañía de neurotecnología que ya ha conseguido conectar a un mono para que se mueva por un videojuego solo con su mente. Una tecnología que promete revolucionar el mundo, pero donde Musk tiene un serio competidor… Y es español.
Se trata de InBrain, una startup española que lleva ocho años desarrollando un implante cerebral natural, fabricado con grafeno, que parece superar por mucho la tecnología de la empresa de Elon Musk. Los implantes de InBrain se utilizarán en el futuro para tratar enfermedades como el Parkinson o la epilepsia, algo que podría marcar un antes y un después en el tratamiento de estas afecciones.
La cofundadora y CEO de InBrain, Carolina Aguilar, sostiene en un reciente artículo que los materiales usados por la compañía de Elon Musk se degradan muy rápido dentro del cerebro, por lo que no sirven para un implante estimulante. “Las interfaces cerebrales deben hacer bien tres cosas: registrar las señales cerebrales, estimularlas y luego permanecer estables durante muchos, muchos años en el cerebro”, explica.
Prueba del éxito de esta compañía es una reciente ronda de financiación en Serie A, en la que han levantado 17 millones de dólares, que utilizarán para realizar sus primeras pruebas con humanos, en las que evaluarán la seguridad de sus implantes de grafeno. “Una vez esté en el mercado para una aplicación, las posibilidades son infinitas. Así que, por supuesto, estamos analizando el Parkinson, el Alzheimer, la demencia y la restauración de la memoria «, afirma Aguilar.
Además, la emprendedora afirma que la compañía de Elon Musk no puede replicar sus implantes, debido a la patente internacional que mantienen. Para hacerlo, Neuralink “tendría que adquirirnos”.
Los últimos negocios de Elon Musk, en la cuerda floja
El proyecto de Neuralink no es la última empresa de Elon Musk que está en la cuerda floja, incluso antes de salir al mercado. El emprendedor aprovechó el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona para presentar su nuevo negocio, Starlink. Se trata de una compañía que pretende hacer llegar Internet a todo el mundo -sobre todo, a los 3.700 millones de personas que aún no tienen acceso a la conexión- a través de su red de satélites.
Pero el nuevo proyecto emprendedor de Elon Musk parece estar en la cuerda floja antes de nacer. Así lo demuestran las declaraciones del fundador de Tesla y SpaceX, que admite que “el objetivo es no quebrar” durante las etapas iniciales. Los altos costes del proyecto -unos 40.000 millones de inversión durante los próximos años- y las quejas de los astrónomos, que no pueden realizar bien su trabajo debido a la red de satélites de Starlink, son los principales baches de Elon Musk en este negocio.
Además, parece que Elon Musk ha sido adelantado por Richard Branson y Jeff Bezos en la carrera por dominar el turismo espacial. Los fundadores de Virgin y Amazon lanzarán su primer viaje durante el mes de julio, mientras que Musk aún no tiene fecha de lanzamiento, a pesar de mantener un acuerdo para a ocho turistas espaciales a la Estación Espacial Internacional, con un precio por billete que ronda los 30 millones de dólares.