En momentos de crisis e incertidumbre como el actual, solo los emprendedores más avispados pueden sacar provecho. Y, sin ninguna duda, uno de ellos es Elon Musk. El fundador de Tesla lleva tiempo tomando algunas decisiones que podrían colocar a su compañía en una situación muy ventajosa ante la grave escasez de materias primas que vive el mundo.
En concreto, el sector de la automoción es uno de los más perjudicados por la escasez de materias primas derivadas de la crisis de suministros y conflictos como el que se vive en Ucrania tras la invasión rusa. Todo ello ha provocado una falta de chips en todo el mundo que ha paralizado cientos de fábricas, y que amenaza con ralentizar el crecimiento de la empresa de Elon Musk.
Así, Tesla se ha visto obligada a aumentar los precios de sus vehículos. Ahora mismo, su modelo más económico, el Model 3, tiene un precio de salida de unos 45.000 dólares en Estados Unidos, 10.000 por encima del que la empresa de Elon Musk ofrecía hace unos meses. En España, el coste de este modelo parte de los 52.000 euros.
La estrategia de Elon Musk para evitar la crisis de materias primas
Sin embargo, Elon Musk parece haber dado con la tecla para evitar la crisis de materias primas y mantener la ventaja con respecto a sus competidores más cercanos, las marcas que desarrollan vehículos eléctricos.
La primera clave de la estrategia de Elon Musk tiene que ver con el suministro de níquel. Se trata de uno de los materiales más demandados por la industria del vehículo eléctrico, y uno de los principales motivos de la grave crisis que sufre este sector.
Previendo que algo así podría suceder, Tesla lleva tiempo construyendo una cadena de suministros propia, a través de acuerdos con varias compañías mineras. En este sentido, la compañía compró a principios del año pasado una mina de níquel en el Océano Pacífico, adelantándose a la situación gracias al olfato de Elon Musk.
Por otro lado, la histórica preocupación del emprendedor por la economía circular, la sostenibilidad y el impacto medioambiental de Tesla también es una de sus grandes ventajas para sortear la crisis de materias primas. En este sentido, la empresa de Elon Musk lleva años desarrollando un sistema de reciclaje de baterías de níquel, así como nuevos modelos más duraderos y eficientes.

Elon Musk prepara el lanzamiento de un Tesla “para todos los bolsillos”
Aunque la crisis de suministros podría retrasar su lanzamiento, parece que el buen olfato de Elon Musk para sortear la escasez de materias primas podría desembocar en el lanzamiento del Model 2 para 2023. Se trata de una de las grandes ambiciones del emprendedor, que se colocaría como un referente en la industria del vehículo eléctrico a nivel mundial.
El nuevo modelo tendría un precio de salida de unos 25.000 euros, lo que acercaría a su compañía a un abanico de clientes mucho más variado del que mantiene en la actualidad. Para conseguirlo, Tesla debe conseguir fabricar baterías seis veces más potentes y, como ya se ha mencionado, mucho más respetuosas con el medioambiente.
“No tenemos un automóvil asequible. Eso es algo que tendremos en el futuro. Pero tenemos que reducir el coste de las baterías”, afirma Elon Musk. Para conseguirlo, desde Tesla creen que se podría extraer hasta un 19% de níquel, un 2% de litio y un 1,8% de cobalto de las baterías antiguas, lo que reduciría de forma considerable los costes y el impacto sobre el medioambiente durante la fabricación de los nuevos modelos.