ADIÓS AL POLIÉSTER
Cuando creó su empresa, Rosa Clará supo que quería hacer un producto de alto nivel. Y así empezó a sustituir el poliéster habitual en las creaciones de aquella época por materiales de diseño y calidad máxima. “No nos ha importado nunca lo que cuesta un metro de tejido. Hemos querido hacer un producto maravilloso, que nos guste. Si el metro de tejido es caro, da igual, saldrá al precio que salga, pero el vestido se hará con este tejido. A lo que más tiempo dedicamos aquí es a seleccionarlos en todo el mundo”.
STOCKS CERO
Ha creado un sistema para producir género sin stocks de tejidos, materia prima o producto acabado. “A las tiendas enviamos muestrarios, la novia se prueba uno y se genera un pedido con unas medidas concretas. El pedido llega aquí y en ese momento se pone en marcha una rueda que permite que semanalmente se compre toda la materia prima y se inicie el mecanismo para producirlo. La gran lacra de las empresas textiles son los restos y los remanentes. Nosotros acabamos el año prácticamente con stocks cero por nuestra forma de comprar y nuestro sistema logístico”.
GURÚS DE LA MODA
En materia de diseñadores, Rosa Clará no se casa con cualquiera. A la alianza con Jesús del Pozo ha añadido las de Lagerfeld y Lacroix, dos de los más prestigiosos gurús de la moda internacional. “Todos ellos han valorado la calidad de nuestros tejidos, que adquirimos en los mismos sitios que ellos, y cómo cuidamos su imagen”.
INTERNACIONALIZACIÓN
Un 35% de las ventas se registra en el extranjero, aunque la diseñadora está decidida a disparar esa cifra a medio plazo con la apertura de 18 tiendas en Europa y siete en Oriente Medio. Aunque la firma presume de haberse posicionado en muchos países como la “marca de lujo” en vestidos de novia, ha diversificado su producto mediante la creación de segundas colecciones destinadas a países en los que el precio del vestido de novia es muy inferior al de España.